Perugia – Italia – (Viernes, 04-08-2017, Gaudium Press) El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Cardenal Gualtiero Bassetti, escribió en un editorial del diario vaticano «L’Osservatore Romano» del 31 de julio – 1º de agosto:
«Pocas afirmaciones extraídas de documentos pontificios tuvieron tan grande influencia histórica como la que fue escrita por Benedicto XV el 1º de agosto de 1917, cuando, pasados tres años de la deflagración de la I Guerra Mundial, lanzó un apelo a los ‘jefes de los pueblos beligerantes’ a dar fin a un conflicto cruento que todos los días se mostraba cada vez más ‘como una masacre inútil'».
Advertencia de gran importancia moral y política
«Aún hoy, a la distancia de cien años, aquellas palabras resuenan, no solamente en el discurso público, sino en la consciencia profunda de toda persona, como una advertencia de gran importancia moral y política», afirma el arzobispo de Perugia.
En aquella carta, continúa analizando el Cardenal Gualtiero Bassetti, «el Papa pedía de modo contundente una ‘paz justa y duradera’ que pudiese sedimentarse – gracias a los más importantes instrumentos de la época: el pedido de un arbitrio internacional, la restitución recíproca de algunos territorios y la necesidad imperiosa de un desarme».
Palabras Proféticas, a pesar de todo
Aunque las palabras de Benedicto XV no hayan tenido la fuerza para cambiar los rumbos del conflicto mundial, a pesar de eso, ellas «se revelaron proféticas», sobre todo por su «durísimo juicio sobre la guerra», agrega el Cardenal:
«La evocación de ‘una masacre inútil’ se tornó a partir de aquel momento una especie de grito de dolor por la guerra moderna y todo tipo de atroz muerte de masa provocada por la modernidad nihilista. Y no fue por casualidad que el Papa Francisco la evocó por ocasión del G20 para denunciar las masacres inútiles de migrantes en el Mediterráneo» – observa el Cardenal Bassetti.
Inicio de la elaboración de una nueva teología de la paz
Con la denuncia de la guerra cual «masacre inútil», las palabras de Benedicto XV marcan «el inicio de la elaboración de una nueva teología de la paz», afirma el presidente de la Conferencia de los obispos italianos.
Allí surgía, de acuerdo con el Cardenal Bassetti, una nueva teología de la paz que no se fundamenta en vagos propósitos ideales, sino se basa en indiscutibles principios evangélicos: la justicia, la caridad y la dignidad de la persona humana.
Defensa de la Teología de la Paz
Para el Presidente de la CEI, hoy, como nunca esa teología de la paz «debe ser defendida de aquellos que, de modo vil y mezquino, perpetran brutales actos terroristas contra la humanidad inocente» y «de quien provoca las guerras por unas ganas de poder, de conquista y por intereses económicos».
Fuerza moral del derecho y de la Fe, en la búsqueda de la paz
«Buscar la paz no es el producto de una civilización decadente con una identidad frágil es exactamente lo contrario», afirma Mons. Gualtiero Bassetti, que continúa argumentando:
«Buscar la paz es un ejercicio heroico, que requiere un esfuerzo enorme, incesante, diario, y que requiere una fuerza diferente de la fuerza militar: es la fuerza de la fe; la fuerza del diálogo; y, como escribía Benedicto XV, la ‘fuerza moral del derecho’.»
«Por tanto», concluye el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, «este es el tiempo de defender el compromiso en pro de la paz con coraje, determinación y mansedumbre. Buscando darle también nuevos significados y un lenguaje renovado. Con un único gran objetivo: superar todas las masacres inútiles del mundo actual», (JSG)
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