Ciudad del Vaticano (Miércoles, 09-08-2017, Gaudium Press) En la catequesis de hoy en el Vaticano, el Papa Francisco recordó que Jesús quiso compartir el dolor humano, para ofrecer su misericordia: «Jesús, ante el dolor humano siente misericordia; el corazón de Jesús es misericordioso».
Pero el dolor más verdadero es el que proviene del pecado. «Es por esto que Jesús abre los brazos a los pecadores». El Señor «ve una posibilidad de resurrección incluso en quien ha acumulado tantas elecciones equivocadas. Jesús siempre está ahí, con el corazón abierto».
En la catequesis se encontraba el P. Federico Lombardi |
«Nosotros que estamos acostumbrados a experimentar el perdón de los pecados, quizás demasiado a «buen precio», deberíamos algunas veces recordarnos cuanto le hemos costado al amor de Dios. Cada uno de nosotros ha costado bastante: ¡la vida de Jesús! Él lo habría dado por cada uno de nosotros», dijo el Pontífice.
Jesús ofrece «a las personas que se han equivocado la esperanza de una vida nueva».
«Mateo el publicano se convierte en apóstol de Cristo: Mateo, que era un traidor de la patria, un explotador de la gente. Zaqueo, rico corrupto: este seguramente tenía un título en coimas, ¿eh?, Zaqueo, rico corrupto de Jericó, se transforma en un benefactor de los pobres. La mujer de Samaria, que tenía cinco maridos y ahora convive con otro, recibe la promesa del «agua viva» que podrá brotar por siempre dentro de ella. (Cfr. Jn 4,14). Y así, cambia el corazón, Jesús; hace así con todos».
El Papa concluyó su meditación, resaltando que todos somos «pobres pecadores, necesitados de la misericordia de Dios que tiene la fuerza de transformarnos y devolvernos la esperanza, y esto cada día. ¡Y lo hace! Y a la gente que ha entendido esta verdad fundamental, Dios regala la misión más bella del mundo, es decir, el amor por los hermanos y las hermanas, y el anuncio de una misericordia que Él no niega a ninguno».
Con información de Radio Vaticano
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