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Qaraqosh (Jueves, 10-08-2017, Gaudium Press) Las dominicas de Santa Catalina de Siena regresan a la llanura de Nínive, después de que un día «hace tres años, dejamos nuestra casa por la noche hacia lo desconocido. Iniciamos un exilio», según refiere unas de las hermanas. Huían del avance del llamado Estado Islámico.
Entretanto, tras las expulsión del EI, las hermanas creen que esto «no significa que la llanura de Nínive esté totalmente limpia de esa mentalidad». Muchas familias cristianas que regresan a sus hogares encuentran avisos como «vamos a romper vuestras cruces» o «no tenéis nada con nosotros».
En Qaraqosh más de 6.000 casas están en reconstrucción. «Inmediatamente nos dimos cuenta que no eran las fuerzas militares o las armas inteligentes las que causaban todo el daño, sino el odio», expresaron las religiosas.
A pesar de reconocer que «hoy vemos la maravillosa obra de Dios», las hermanas señalan que «sabíamos que eran nuestros vecinos quiernes nos traicionaron y nos hicieron daño, incluso antes de que ISIS (EI) lo hiciera».
El convento de las religiosas está parcialmente destruido, y por ello, mientras es reconstruido vivirán en una casa familiar en Telskuf. También reconstruirán un orfanato que fue quemado y esperan abrir una guardería.
«Dios está con nosotros y no nos dejará. Le agradecemos todo el apoyo que nos ha mostrado. Por favor recen por nosotros al comenzar esta nueva fase de nuestras vidas», dicen.
Con información de ReligionenLibertad
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