Palmas – Tocantins (Miércoles, 16-08-2017, Gaudium Press) La vocación existe, existió y continuará existiendo, es lo que afirma el Arzobispo de Palmas (TO), Mons. Pedro Brito Guimarães, en su más reciente artículo publicado en el portal de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB).
La vocación, según Mons. Brito, «como todo en la vida, precisa ser descubierta, despertada, promovida y cultivada».
El prelado explica que la crisis vocacional es proporcional a la credibilidad eclesial y la vitalidad de la vida cristiana, pues «cuanto más débil y frágil fueren la eficiencia y la eficacia eclesiales, menos vocaciones tendremos».
En la visión del arzobispo, es preciso asumir el protagonismo en la promoción de las vocaciones, que son dones de Dios, pero que comprenden una misión humana de cuidarla y cultivarla. «Si al final de los esfuerzos vocacionales no tenemos vocaciones que la comunidad precisa, aún así, debemos rendirnos y afirmar: vocación existe. Basta descubrirla, cultivarla y promoverla».
Mons. Pedro recuerda además que hay «un código de barras en cada vocación, que precisa ser decodificado» y que el itinerario consiste en despertar, discernir, cultivar y acompañar las vocaciones y los vocacionados. «Los libros, los medios, los métodos, las técnicas, las dinámicas y los lenguajes ayudan mucho. Pero, una Pastoral Vocacional orante y celebrativa, propositiva y creativa, existencial y testimonial también ayudan mucho. Entretanto, nada substituye el testimonio de vida. La mayor, la mejor y la más eficaz propaganda vocacional son el testimonio de vida, personal y comunitario», declara.
El «venid y ved», prosigue, «es la mejor propaganda vocacional», una vez que «el testimonio es la mediación privilegiada e insubstituible de toda la Pastoral Vocacional. Nada ni nadie podrá substituirlo. ¿Por qué Jesús atraía tantos discípulos misioneros para estar con Él y para ser enviados en misión? Porque trabajó con manos humanas, pensó con inteligencia humana, actuó con voluntad humana y amó con corazón humano (GS 22). Y llamó a quien Él quiso para estar con Él (Mc 3,15)». (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Palmas
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