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Ciudad de Panamá (Martes, 22-08-2017, Gaudium Press) Desde el 23 de agosto la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), y el Icono de Nuestra Señora ‘Salus Populi Romani’, peregrinarán por México, el Caribe y Centroamérica. El recorrido, que se extenderá hasta el próximo 2018, hace parte de los preparativos para el encuentro mundial de jóvenes que se celebrará en Panamá del 22 al 27 de enero de 2019.
Como antesala a esta gran peregrinación, el sábado 19 de agosto se celebró en Ciudad de Panamá el acto de entrega de la Cruz y el Icono a México, para pasar luego a la región Caribe y los países centroamericanos.
La celebración, a la que acudieron cientos de jóvenes, contó con la presencia de Mons. José Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá; y Mons. Juan Armando Pérez, Obispo Auxiliar de Monterrey y responsable de la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes. Para ambos prelados los símbolos de la JMJ llegarán para «sanar heridas y despertar la esperanza», según citó la organización del evento en una nota de prensa difundida desde el sitio web oficial de la JMJ Panamá 2019.
Despertarán «la esperanza en el pueblo, al igual que María cuando se encaminó a donde está Isabel para ponerse a si disponibilidad (…) En medio de la realidad de la muerte y de injusticia que vive nuestra región y bien nuestros jóvenes, la Cruz es un signo de esperanza y esto nos compromete a que nosotros podamos también tener la misa actitud de entrega que Jesús y su Madre, María», añadió Mons. Ulloa.
Ambos símbolos permanecerán en México 43 días, donde recorrerán 90 diócesis agrupadas en 16 provincias. Allí pasará por diversas parroquias que ya están preparando vigilias de oración y celebraciones Eucarísticas, todo en preparación espiritual para la JMJ del 2019.
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| La peregrinación, que se extenderá hasta el 2018, hace parte de la preparación a la Jornada mundial de la Juventud que se celebrará en Panamá en enero de 2019 / Foto: Panama 2019 by James Logan. |
«Los Obispos ya están bien organizados en sus provincias para recibir las insignias y acompañar a sus jóvenes. Deben saber que la Cruz y el Icono nunca se quedarán solos; siempre habrá alguien acompañándolos día y noche», comento Mons. Pérez.
Una vez recorran México, la Cruz y el Icono seguirán su peregrinaje por algunos países del Caribe y Centroamérica, regresando a Panamá el próximo año.
«Jesús sabe muy bien lo que nuestros pueblos latinoamericanos sufren, y lo que proponen, por eso los signos van así; Jesús y María recorriendo las calles y pueblos convocando, en un momento de encuentro muy especial, de sanar heridas, de sanar a nuestros jóvenes, de sanar a todos los que nos acerquemos a la misericordia de Dios», agregó el Obispo Auxiliar de Monterrey.
La Cruz de la JMJ, o «Cruz de los Jóvenes» fue fabricada con motivo del Año Santo de la Redención celebrado desde el 25 de marzo de 1983 hasta el 22 de abril de 1984, que contó con una nutrida participación de los jóvenes. Durante el Año Santo la Cruz se ubicó junto a la tumba de San Pedro, siendo visitada por miles de peregrinos, especialmente las nuevas generaciones, quienes posteriormente solicitaron al Papa Juan Pablo II se las entregase al culminar la conmemoración jubilar.
Así ocurrió, el santo pontífice confió a los jóvenes del mundo la Cruz, expresándoles: «Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Levadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención».
Este hecho fue el inicio de la peregrinación de la Cruz por todo el mundo, y el inicio de la JMJ que se realizó por primera vez el Domingo de Ramos de 1985, año en que la ONU proclamó el Año Internacional de la Juventud.
El Icono de Nuestra Señora ‘Salus Populi Romani’ es una de las imágenes de mayor veneración en Italia. La original se halla en la Basílica Santa María la Mayor en Roma. Fue confiado a los jóvenes del mundo por San Juan Pablo II durante la celebración diocesana de la JMJ que se celebró en Roma en el 2003. En aquella ocasión el Pontífice manifestó: «La Virgen María les es dada para ayudarlos a entrar en un contacto más sincero y personal con Jesús. Con su ejemplo enseña cómo mirarlo con amor a Él, quien nos amó a todos como el primero (…) Pero sabed que en los momentos difíciles, que no faltan en la vida de cada uno, no estáis solos: como a Juan al pie de la Cruz, Jesús os entrega también a vosotros su Madre, para que os conforte con su ternura».
Con información de panama2019.pa.
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