viernes, 22 de noviembre de 2024
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Cardenal Urosa celebra en Caracas, Venezuela, sus bodas de oro sacerdotales

Caracas (Miércoles, 23-08-2017, Gaudium Press) El Arzobispo de Caracas, Venezuela, Cardenal Jorge Urosa Savino, celebró el pasado 19 de agosto una Eucaristía solemne de acción de gracias por sus 50 años de vida sacerdotal. El evento, que convocó cerca de treinta Obispos y numerosos sacerdotes y fieles, fue llevado a cabo en el gimnasio José Joaquín «Papá» Carrillo de Los Dos Caminos. En la Eucaristía, el Nuncio Apostólico en Venezuela, Mons. Aldo Giordano leyó un mensaje del Papa Francisco con motivo del significativo aniversario.

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El Cardenal Jorge Urosa Savino,  durante la celebración de sus bodas de oro sacerdotales. Foto: Conferencia Episcopal Venezolana.

«A ti, Venerable Hermano Nuestro que, Dios mediante, vas a celebrar tus Bodas de Oro Sacerdotales en la próxima solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, te enviamos de todo corazón esta carta para manifestar nuestra alegría y la fraterna comunión con la cual estamos unidos en el episcopado, expresó el Pontífice en su carta en la cual recordó varios hitos de la vida de servicio del Cardenal. «Por lo demás, Nos, Sucesor de San Pedro apóstol y Vicario de Cristo, en ese día festivo estaremos presentes espiritualmente, sobre todo con nuestras preces con las que pediremos intensamente por ti, benemérito prelado, al Buen Pastor, por la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, madre celestial y reina de la amada Venezuela, dones celestiales y años llenos de alegría, consuelo y paz».

El purpurado expresó al final de la celebración su agradecimiento a Dios, al Papa y a los presentes. «Debemos a Dios lo que somos cada uno de nosotros, pero también a muchas otras personas que hemos encontrado en nuestras vidas», indicó el purpurado. «En el año 2005, por insondables designios de su voluntad, a pesar de circunstancias adversas, el Señor me trajo a Caracas para confiarme el cuidado pastoral de mi querida Iglesia caraqueña en la cual nací a la vida cristiana. Han sido años de grandes experiencias, de muchas satisfacciones, aunadas a dificultades y momentos de dolor». El prelado relató que ha tenido que trabajar en una época de escasez de sacerdotes, de dificultades económicas y «gravísimas circunstancias de orden político».

Estos desafíos han sido correspondidos con cuarenta y cuatro nuevos sacerdotes diocesanos, diáconos permanentes y un nuevo Plan de Pastoral. «En medio y a pesar de la gravísima crisis política, económica, y social que vivimos, tenemos en Caracas y en toda Venezuela muchas manifestaciones de la bondad del Señor: la unidad de nuestra Iglesia, el entusiasmo pastoral manifestado en el intenso trabajo realizado en todas nuestras comunidades y en nuevas iniciativas como «la olla solidaria»; el trabajo en las actuales circunstancias, con valentía y firmeza por la defensa de familia y de la vida, de valores como la libertad y la justicia, y de los derechos humanos, nuestros y de los demás, que es algo que hemos de intensificar y profundizar».

El Cardenal animó a que a pesar de las dificultades, los creyentes «como los apóstoles en el lago de Galilea, podemos lanzar las redes confiadamente en el nombre de Jesús, con entusiasmo y confianza», seguros de la presencia de Cristo. «Él nos impulsa a remar mar adentro, es decir a intensificar nuestra vida de piedad, nuestra alabanza, nuestro testimonio y nuestra labor apostólica». El purpurado recordó varias convicciones que «he ido madurando a lo largo de mi vida cristiana y sacerdotal». La primera es la conciencia de que la Iglesia vive, se renueva y crece, sostenida por Dios. La segunda es el orgullo de saberse hijos de Dios, discípulos de Jesucristo, y miembros de nuestra Iglesia Católica. Finalmente la tercera convicción destacada por el Card. Urosa es que la fidelidad a Cristo es el camino de la felicidad.

«Para finalizar, los invito a renovar nuestro amor y fidelidad a María Santísima, Nuestra Señora de Coromoto», concluyó el purpurado. «Que la imitemos en el amor a Cristo, y en la escucha y cumplimiento de la palabra de Dios, que es el camino hacia la felicidad. Y que ella nos ayude en estos momentos difíciles de nuestra patria, a resolver nuestros conflictos de manera pacífica».

Con información de Arquidiócesis de Caracas.

 

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