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Quebec (Jueves, 24-08-2017, Gaudium Press) La Parroquia de San Clemente en Ottawa, Canadá, prepara para el mes de septiembre la edición número 14 de la peregrinación a pie al Santuario Mariano de Notre-Dame-du-Cap en Quebec, Canadá. Este devoto recorrido de 100 kilómetros en tres días de caminata se inspira en la peregrinación francesa de París a Chartres. La peregrinación es realizada por unas 100 personas cada año, pero es posible que la cifra aumente con motivo del Centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima.
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| La peregrinación cubre 100 kilómetros a lo largo de la ruta de los mártires canadienses. Foto: Parroquia de San Clemente. |
La peregrinación canadiense es una iniciativa reciente, iniciada en 2003 por un grupo de ocho personas que deseaban participar en la peregrinación francesa pero que decidieron estudiar la posibilidad de realizar algo similar en Canadá. «Estudiar», en este caso, significó caminar los 100 kilómetros «para ver cómo funcionaba, donde podría acampar las personas, y así», comentó a The Catholic Register Ian Gallagher, uno de los organizadores de la edición 2017.
La ruta inicia al norte de Montreal en Saint-Joseph-de-Lanoraie y sigue la ruta de los Mártires canadienses a lo largo del río St. Lawrence. En el primer día de recorrido, los peregrinos pasan por el lugar donde San Isaac Jogues y otros jesuitas fueron capturados por primera vez por los iroqueses en 1642. «El enfoque de esta peregrinación es Nuestra Señora del Cabo, pero siempre tenemos en mente que esta ruta que caminamos es la tierra donde caminaron los mártires jesuitas», recordó Gallagher.
El ritmo de la peregrinación es fuerte: los peregrinos deben recorrer aproximadamente 40 kilómetros en cada jornada (en el Camino de Santiago la distancia recomendada para cada día es entre 25 y 30 kilómetros), a lo que se suma la inexperiencia de muchos de quienes emprenden el camino. Pero todo esto sólo redunda en beneficios espirituales, según Gallagher. «Representa una gran oportunidad para ofrecer el sufrimiento», explicó. «Usted siempre tiene dolores. Está exhausto al final del día, no sólo físicamente sino mentalmente. Usted puede ofrecer esto».
En varias oportunidades, sacerdotes están disponibles para el Sacramento de la Penitencia y los peregrinos distraen el cansancio físico en los cantos, oraciones y conversaciones con compañeros de camino, mientras que un camión carga las comidas y equipajes de los peregrinos, permitiéndoles viajar más ligeros. Durante el recorrido, los peregrinos conocen más profundamente la historia de Nuestra Señora del Cabo y los milagros asociados a su devoción.
Con información de The Catholic Register.
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