Islamabad – Pakistán (Jueves, 24-08-2017, Gaudium Press) Indaryas Ghulam, católico pakistaní de 38 años, murió en la prisión de Lahore el último día 13 y solo ahora fue anunciada su muerte. Indaryas deja tres hijas, de 12, 10 y 6 años y su mujer Shabana, de 36. Fue un martírio más, anunciado por la Radio Vaticana.
Otro mártir Pakistaní
Con su muerte, sube a cinco el número de cristianos asesinados en prisión, por odio a la Fe: Robert Danish (2009), Qamar David (2011), Zubair Rashid (2015) y Liaquat Mashi (2016).
Los verdugos de Indaryas Ghulam lo acusan de un crimen del cual él negaba su participación: el linchamiento de dos musulmanes.
Idaryas siempre negó haber participado en este episodio que habría ocurrido después del ataque suicida a la Iglesia de San Juan, en Youhanabab, en marzo de 2015, cuando 20 personas murieron y cerca de 80 quedaron heridas.
La organización «British Pakistani Christian Association» – (BPCA), recuerda que la mujer y la hija de Indaryas, que fue condenado a la fuerza, -a pesar de haber declarado vehementemente su inocencia- constataron señales evidentes de tortura en su cuerpo, además de cortes y señales de quemaduras. Sumándose a esos maltratos, tres meses antes de su muerte, él contrajo tuberculosis. Y él nunca recibió ningún tratamiento médico contra esa enfermedad que, sin duda fue adquirida debido a los tratos e insalubridad del ambiente en que estaba detenido.
Entre negar la Fe o morir, él escogió la eternidad
En Ghulam el Procurador Syed Anees Shah incentivó a Inaryas y a otros prisioneros a apostatar de la Fe católica y adherirse al islam; a cambio él sería liberado: Indaryas no aceptó abandonar su Fe, no apostató. El hecho, que es admitido por el propio Procurador del Estado, fue denunciado en los medios pakistaníes. (JSG)
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