Redacción (Viernes, 25-08-2017, Gaudium Press) Ceslao Józwiak, Edoardo Kazmierski, Francesco Kesy, Edward Klinik y Larognievo Wojciechowski, eran cinco jóvenes polacos que hace más de 75 años asistían al oratorio de Don Bosco en Poznam, pero la muerte los sorprendió temprano con el testimonio del martirio. Se trata de los mártires de Poznam cuyo aniversario de muerte se conmemoró el 24 de agosto.
Los hechos comenzaron un 1º de septiembre de 1939 en el contexto de la Segunda Guerra Mundial cuando Hitler invadió Polonia. La casa que los salesianos tenían en Poznan fue invadida por tropas alemanas y transformada en almacén, lo que llevó a los jóvenes del oratorio a reunirse en los jardines y en los bosques cercanos, surgiendo varias asociaciones secretas.
En 1940, y en este marco, fueron arrestados los cinco jóvenes oratorianos siendo acusados de pertenecer a una organización ilegal. Su destino fue doloroso: los trasladaron hasta la Fortaleza VII en Poznan donde fueron fuertemente torturados e interrogados. Así duraron cerca de dos años, siendo traslados y separados en otras cárceles.
Al regresar a Poznan fueron juzgados y acusados de alta traición, teniendo como sentencia la muerte. El martirio ocurrió en Dresde el 24 de agosto de 1942.
Durante su cautiverio los jóvenes oratorianos fueron testimonio de fe / Foto: ANS. |
De acuerdo con una nota emitida por la agencia de información salesiana ANS, durante su encierro los cinco jóvenes fueron testimonio de gran fe: «Vivían en cautiverio con espíritu de fe y espiritualidad salesiana. Rezaban continuamente el Santo Rosario, la novena a Don Bosco y a María Auxiliadora, oraban por la mañana y por la tarde. Trataban de ponerse en contacto con sus familias a través de mensajes que a menudo podían enviar secretamente. Fueron valientes, pedía una oración y oraban».
Pese a la dureza del cautiverio también ofrecían alegría a sus hermanos en la cárcel, aquella que tanto predicó y enseño San Juan Bosco. «Cuando podían, animaban alegremente las fiestas litúrgicas en la celda donde estaban destinados. La fe de estos jóvenes nunca fue indecisa. Fueron testigos creíbles hasta el final», subraya ANS.
Uno de ellos, Edoardo Kazmierski escribió durante su cautiverio: «En Wronki he llegado a un acuerdo conmigo mismo. Allí lo conocí mejor y me di cuenta de que todavía me falta mucho para llegar a ser un buen hijo de Don Bosco, para agradar a Dios, para ser útil al prójimo y honrar a mi familia. Ahora, creo, cuando logre la libertad, Dios me ayudará, y podré cumplir las resoluciones que he tomado».
Fueron beatificados por San Juan Pablo II el 13 de junio de 1999 en el marco del viaje apostólico que realizó a Polonia y en el contexto de la Beatificación de 108 mártires de la II Guerra Mundial.
El pasado junio, con ocasión del 75º aniversario del martirio de los jóvenes, el Rector Mayor de los Salesianos, Don Ángel Fernández Artime, realizó un recorrido en la ciudad de Poznan donde rindió un homenaje a los cinco mártires salesianos, encontrándose con algunos de sus familiares.
Con información de ANS.
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