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Hong Kong (Lunes, 28-08-2017, Gaudium Press) El P. Sergio Ticozzi, P.I.M.E., miembro del Centro de Estudios del Espíritu Santo en Hong Kong, China, relató en un reciente artículo para AsiaNews, su experiencia personal de contacto con miembros de las comunidades oficial y subterránea de la Iglesia Católica en China. La división entre los sacerdotes y Obispos reconocidos por el estado y quienes preservan su independencia desde la clandestinidad trae sufrimiento a ambas partes y ambas comunidades padecen las graves presiones de las autoridades que restringen seriamente la libertad religiosa y plantean obstáculos a la fidelidad a la fe y a la Iglesia.
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| Los católicos sufren y padecen incertidumbre a casua de la compleja situación de la libertad religiosa en China: Foto: Zhou Ya Wei |
El misionero comentó que en su última visita a China continental (Hong Kong es administrado autónomamente y goza de mayores libertades) sostuvo varias conversaciones que le conmovieron al permitirle apreciar la situación padecida por sus hermanos en la fe. «Me pude dar cuenta plenamente de las preocupaciones que afligen el corazón de tantos hermanos y hermanas, ya sea clandestinos o que asisten a las iglesias abiertas, que realmente quieren ser leales a su fe y a la Iglesia Católica», explicó.
«Primero que todo, ellos son profundamente agraviados por la hábil presión de las autoridades civiles y las personas que colaboran con ellas», relató. «A través de incentivos, así como de opresión e incluso violencia, las autoridades intentan todos los medios para controlar y asfixiar la parte ‘oficial’ de la Iglesia. Por otra parte, las autoridades intentan eliminar la Iglesia no oficial a través del control y registro obligatorios de sus miembros». Los abusos e interferencias del estado se mezclan en una compleja receta que incluye Obispos legítimos e ilegítimos, sacerdotes válidamente ordenados y sacerdotes ordenados por falsos obispos, o sacerdote y Obispos válidamente ordenados que concelebran con ilegítimos. «Consecuentemente, muchos preguntan: ‘¿Quién es nuestro verdadero pastor? ¿Podemos recibir sacramentos de ellos? ¿Pertenecen todavía a la Iglesia Católica?».
Los rumores que se extienden el país sobre las condiciones o viabilidad de los diálogos entre la Santa Sede y China crean nuevas situaciones de duda y sospecha entre los creyentes. «Algunos sacerdotes no oficiales incluso me preguntaron si Roma había aceptado la política gubernamental de eliminar a la Iglesia subterránea o si todavía era necesario renunciar a unirse a la Asociación Patriótica», agregó el sacerdote. Esta situación genera desconfianza y agrava las heridas de la división causada en la Iglesia por las restricciones a la libertad religiosa. «Estos hermanos y hermanas están sufriendo, están tristes, confundidos y ansiosos».
«Algunos de ellos ponen su esperanza en un eventual acuerdo entre China y el Vaticano, creyendo tal vez de forma irrealista que va a traer el final de todas sus preocupaciones y sufrimientos», describió el P. Ticozzi. «Otros se cierran en su pequeña comunidad, y dependen del clero para obtener una base segura para su fe». Sin embargo, en unos y en otros, «el Espíritu Santo continúa trabajando y fortalece su fe. Es profundamente impactante ver a estos hermanos y hermanas vivir la fe cristiana en formas simples pero extraordinaria». Esa fe, indicó es la garantía de la perseverancia de la vida de la Iglesia en el país. «Nosotros debemos mostrarles nuestra plena solidaridad a través de la oración y el apoyo», concluyó.
Con información de AsiaNews.
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