Ciudad del Vaticano (Lunes, 28-08-2017, Gaudium Press) Al retornar de su viaje de cuatro días a Rusia, el Cardenal italiano Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, diplomático y principal asesor del Papa, definió su viaje como «útil, interesante y constructivo».
Resaltó que durante sus reuniones con autoridades civiles y religiosas, fue tratada la cuestión de la restitución de las Iglesias Católicas expropiadas durante la era comunista. Un tema que ha sido punto de disputa entre las iglesias ortodoxas católica y rusa, así como entre la Santa Sede y el Kremlin.
Papel de Rusia
El cardenal secretario del Estado del Vaticano, dijo que debido a «su posición geográfica, su historia, cultura, pasado y presente», Rusia tiene un «gran papel a desempeñar» en la comunidad internacional y en el mundo:
«[Rusia] tiene una responsabilidad especial en la construcción de la paz… y debe realmente esforzarse para colocar los intereses superiores de la paz por encima de todos los otros intereses», dijo Parolin, al ser preguntado por el Servicio de Comunicación del Vaticano sobre lo que habló durante su reunión con el Presidente Vladimir Putin.
Los destaques
Lo que tuvo más destaque y a lo que más se prestó atención fue el encuentro programado entre Putin y el Patriarca Kirill, jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Entretanto, los encuentros que Parolin sostuvo con la comunidad católica local le dieron algunos puntos de referencia para orientación de esas reuniones y fueron importantes.
Durante la entrevista divulgada en el Vaticano el viernes, Parolin dijo que, después de encontrarse con los católicos para escuchar sobre sus «alegrías, esperanzas, pero también desafíos y dificultades», él recogió contribuciones importantes para sus reuniones y contactos con las autoridades.
Católicos rusos esperan mejoras con la visita
Las estimativas sobre el número de católicos romanos en Rusia varían, pero se calcula que sean alrededor de uno por ciento de la población total, y la mayoría de esos católicos romanos pertenecen a grupos de nacionalidades diferentes: polacos, alemanes, lituanos y ucranianos.
De alguna forma, los católicos rusos esperan que la visita del Secretario de Estado mejore la situación de la Iglesia local. Es lo que se concluye de las palabras de Parolin.
«Yo menciono apenas una: la cuestión de la restitución de algunas iglesias católicas que fueron confiscadas durante el período comunista», dijo el cardenal diplomático, agregando que «no existe actualmente ningún plan de devolución de esas propiedades para la comunidad católica, a pesar de «la necesidad de lugares de culto adecuados».
Desde la caída de la Unión Soviética, existen dos principales problemas entre católicos y ortodoxos en Rusia, así como la Santa Sede y el Kremlin: devolver las propiedades católicas confiscadas y acusaciones ortodoxas de «proselitismo» contra los católicos. (JSG)
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