Houston (Martes, 29-08-2017, Gaudium Press) Cuando el sacerdote canadiense P. David Bergeron de la comunidad de Compañeros de la Cruz quedó separado tres millas de su hogar y tuvo que pasar la noche en su vehículo a causa de las inundaciones en Houston, Texas, decidió que tendría que idear una forma de llegar hasta sus fieles. Aprovechando su destreza en la navegación en kayak, se valió de uno de estos botes para visitar a las víctimas y llevar alimentos a compañeros sacerdotes, auxiliando a quienes pudo en su camino.
P. David Bergeron. Foto: Compañeros de la Cruz. |
«Yo supongo que esta fue la forma en que América fue evangelizada, con la canoa», respondió el presbítero al reportero televisivo de la ABC que lo descubrió en medio de las zonas anegadas, según informó LifeSiteNews. «Espero que esto pueda hacer sonreír a algunas personas, y obviamente estoy orando por todos los que padecen necesidad». El sacerdote rema hasta las casas de sus feligreses atrapados y les lleva un mensaje de esperanza. «Jesucristo vive, y Él es quien desea que continuemos teniendo esperanza. Como sacerdote católico, sé que nuestra única esperanza es nuestro Señor y Salvador».
El P. Bergeron explicó que intentó obtener vino para celebrar la Eucaristía con los fieles atrapados, pero le fue imposible por las restricciones al comercio de alcohol. En su lugar, compró víveres para compañeros sacerdotes y ayudó a un damnificado a recorrer una distancia que cubría a nado. Lejos de considerar su acción como heroica, el sacerdote indicó que son los pequeños gestos, como la ayuda que los vecinos se prestan mutuamente durante las inundaciones, los que importan. «Hacer pequeñas cosas con gran amor hace la diferencia en el mundo», comentó.
El sacerdote afirmó que se mantiene en oración por la Guardia Costera y las personas que trabajan en la atención de la emergencia y animó a todos los ciudadanos del país a mantenerse unidos con los damnificados que sufren los estragos del Huracán Harvey en el sur del país.
Con información de LifeSiteNews.
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