Río de Janeiro (Martes, 29-08-2017, Gaudium Press) La tradicional romería anual al Santuario de Nuestra Señora Aparecida, en San Pablo, realizada por los fieles de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, ocurrió en este último sábado, 26 de agosto.
Este año la romería llegó a su 115ª edición – es realizada desde 1902 – y esta vez, la temática fue «Nuestra Señora Aparecida acoge las familias», que está en sintonía con el Plan Pastoral de Conjunto que dedicó 2017 como Año de la Familia en la Arquidiócesis, así como el Año Nacional Mariano.
La programación oficial comenzó por la mañana con el encuentro de los fieles en la Tribuna del Papa Benedicto XVI para la recitación del Rosario de Nuestra Señora. En la ocasión estuvo presente el Arzobispo de Río de Janeiro, Cardenal Orani João Tempesta, así como los obispos auxiliares y todo el clero arquidiocesano.
En Misa, realizada en el Altar Central de la Basílica, tanto obispos cuanto sacerdotes, religiosos, seminaristas, líderes pastorales y fieles de la Arquidiócesis celebraron una acción de gracias y, como gesto concreto de este año, ofrendaron a Dios por la intercesión de la Virgen María todas las familias, en especial, las de la Ciudad Maravillosa, que estuvieron representadas por los fieles que acudieron a la Basílica de Aparecida.
«El tema de este año nos hace mirar para la vida de la Bienaventurada Virgen y ver que ella como Madre, cela por nuestras familias. Fue así que ocurrió en la propia vida de María, pues, cuando supo que su prima estaba embarazada en seguida se colocó apresuradamente en la región montañosa para ayudar a Isabel en sus necesidades. Así, María se coloca al lado de aquella familia. En las Bodas de Caná, María ve que se acabó el vino en la fiesta de casamiento. Que vergüenza pasaría aquella pareja, pero, María mira por la necesidad de aquel hogar y luego se coloca en prontitud para interceder ante su Hijo. En nuestras casas y nuestras familias, cuántas veces pedimos que por la intercesión de ella todo sea alcanzado para el bien de aquellos que aman a Dios. María nos ama, María nos acoge y mira por cada uno de nosotros», afirmó Mons. Orani.
Al comentar su alegría por la celebración en la casa de la Madre de Aparecida, el purpurado recordó el Día Nacional de la Pastoral del Menor, celebrado el 27 de agosto.
«La Palabra de Dios en la lectura y en el Evangelio de hoy nos muestra la importancia y el gran significado de la familia que es temerosa y que camina en el Señor. Nos demuestra que tenemos que trabajar aún más para que las familias permanezcan unidas y tengan cada vez más apertura a la vida y al núcleo familiar para que esa presencia de familia cristiana transforme la sociedad. Delante de un mundo donde muchas veces el xenofobismo aparece y donde los nacionalismos son colocados para cerrar puertas y fronteras, nosotros somos llamados a vivir lo que nos dice el Evangelio: ‘En Cristo somos todos hermanos’. En ese sentido, la Palabra de Dios también nos prepara para la próxima Campaña de la Fraternidad, cuyo lema es ese, recordando que la superación de la violencia, del hambre y la miseria es cuando tomamos consciencia que nosotros somos hermanos unos de otros. Quien es hermano del otro y vive en el Señor sabrá hacer bien al otro», destacó.
El cierre de la celebración contó con la consagración a la Patrona del Brasil. Después, los devotos de Río de Janeiro participaron de la recitación del rosario por las calles de la ciudad de Aparecida y de la vía sacra en el Morro de Cruzeiro.
«Que nuestra Madre Aparecida mire por cada uno de nosotros, nos tome en el regazo y ayude a cada familia a vivir siempre en el amor, la fe y la paz. Nuestra Señora Aparecida, interceda por todos nosotros. Amén», concluyó Mons. Orani. (LMI)
De la redacción Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro.
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