Galveston (Jueves, 31-08-2017, Gaudium Press) En medio de las graves inundaciones ocasionadas en Estados Unidos por el paso del Huracán Harvey, el heroico testimonio de 10 religiosas de la Congregación de las Hermanas de la Caridad que fallecieron durante un huracán en Galveston, el 08 de septiembre de 1900, ilustra el compromiso al que están llamados los creyentes en la ayuda a los más necesitados.
Religiosas y niños del orfanato de Santa María en Galveston, Estados Unidos, antes de su destrucción en 1900. |
El huracán que causó la muerte de las religiosas fue especialmente mortífero: más de seis mil personas perdieron la vida en total. Pero las Hermanas de la Caridad que servía en el Asilo de Huérfanos de Santa María en Galveston se destacaron por su tenacidad: fallecieron mientras intentaban todos los medios posibles para salvar la vida de 90 niños de 2 a 13 años de edad, según recordó Kathleen N. Hattrup en un artículo para la plataforma católica Aleteia.
Las religiosas no sólo atendían a los huérfanos, sino que también servían en una enfermería que fue el primer hospital católico del estado. Debido a los contagios de fiebre amarilla en la población y el hecho de que la enfermería y el orfanato compartían un mismo edificio, las religiosas trasladaron este último a otro lugar donde no existiera peligro para los menores. Sin embargo, esta nueva ubicación fue gravemente golpeada por el huracán.
Mientras que la casa del orfanato comenzaba a colapsar por la fuerza del desastre natural, las religiosas organizaron una peligrosa travesía para intentar llegar a un lugar seguro. Atando cuerdas a sus cinturas y asegurando a ellas a los pequeños, las hermanas se preparaban para salir cuando la edificación fue finalmente destruida. Las religiosas cantaban durante la tormenta el himno mariano Reina de las Olas para calmar a los niños. Era la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen
Tres de los niños mayores pudieron sobrevivir al aferrarse a un árbol flotante en el que permanecieron más de un día. Las religiosas fueron halladas sin vida, aún unidas con cuerdas a los pequeños que intentaban salvar. Si bien no consiguieron llegar a un refugio para preservar sus vidas temporales, las hermanas se unieron a ellos para llegar a su nuevo hogar en el Cielo.
Con información de Aleteia.
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