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Ciudad del Vaticano (Sábado, 02-09-2017, Gaudium Press) Los diálogos diplomáticos entre la Santa Sede y China, que buscan restaurar las relaciones oficiales entre los estados después de cerca de setenta años de gobierno comunista, se encontrarían en un estado de estancamiento en el cual ninguna de las partes estaría dispuesta a ceder: el tema del nombramiento de Obispos. La necesidad de la Iglesia del respeto a la autoridad única del Pontífice en este tema y la búsqueda continua de las autoridades de una iglesia china autónoma y nacionalista podrían marcar el final de las conversaciones.
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| La Iglesia Católica China padece una grave limitación de la libertad religiosa y no se han podido restaurar las relaciones diplomáticas del país con la Santa Sede. Foto: AsiaNews. |
Mientras que el Vaticano ha redoblado esfuerzos para abrir canales de diálogo, el gobierno chino ha dado muestras de endurecimiento de sus controversiales políticas de asuntos religiosos y renovado su llamada a sinicizar (hacer china) la religión mientras que polémicas políticas como las demoliciones de templos y símbolos religiosos producen en los fieles una grave falta de confianza sobre la intención de las autoridades. El hecho de que China considere las relaciones con el Vaticano en una dimensión exclusivamente política y no reconozca las preocupaciones de la Iglesia desde una perspectiva religiosa pone nuevos obstáculos al acercamiento.
La situación, según informe de Associated Press divulgado por Crux, tiene «oscuros prospectos», según fuentes reservadas con conocimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos estados tanto dentro como fuera de China. «Recientemente, las noticias que recibimos no son buenas», indicó Jeroom Heyndrickx de la Universidad Católica de Leuven, Bélgica, quien ha trabajado en la promoción de intercambios culturales entre China y la Iglesia Católica. La agencia noticiosa no pudo obtener declaraciones de órganos oficialistas chinos como la Asociación Patriótica.
Los graves desacuerdos sobre el nombramiento de Obispos parecían en años anteriores poderse superar a través de la elección a través de mecanismos de elección oficiales de candidatos ya aprobados por la Santa Sede, lo cual podría garantizar tanto el reconocimiento eclesiástico y el mandato papal para la ordenación como el reconocimiento civil de los prelados. Sin embargo, no se ha podido superar el problema de un número de obispos ilegítimos designados por el estado sin aprobación del Pontífice. Los reportes indican que al menos dos o tres de ellos son considerados inaceptables por la Santa Sede.
Con información de Crux.
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