Redacción (Martes, 05-09-2017, Gaudium Press) En medio a las conmemoraciones por el tricentenario del encuentro de la Imagen de Nuestra Señora Aparecida en las aguas del río Paraíba del Sur, hubo un festejo en especial: el aniversario de la pequeña Gloria María.
La pequeña Gloria celebra sus cinco años con devoción a Nuestra Señora
Foto: Elisandra Rauch
¿Pero qué tendría que ver los 300 años de Aparecida con el quinto aniversario de Glorita? Simple: la pequeña que es así normalmente llamada por sus familiares y amigos se vistió con indumentarias alusivas a la Patrona del Brasil.
Luego, Glorita y su fiesta, que tuvo decoración inspirada en María Santísima y escogida por la propia cumpleañera, viene llamando la atención de millares de fieles e internautas en las redes sociales.
Este histórico de gratitud a la Virgen María es una de las marcas de la niña y su familia, que se alegró al percibir que la hija prefirió escoger el tema religioso a fin de celebrar sus cinco años de vida, conmemorados el 20 de julio pasado.
Elisandra Rauch, la madre de Glorinha, contó que «ese amor» por Nuestra Señora «brotó desde pequeña» en su hija. «El año pasado, ella decidió: ‘¡Quiero una fiesta de Nuestra Señora Aparecida mamá!’. Y así hicimos, en nuestra simplicidad, hicimos con que María fuese honrada también en la fiesta de sus cinco años, pues Glorita solo vino por las manos de ella», declaró.
Con todo, la festividad no fue el único episodio que llevó a la familia de la pequeña a apegarse con ahínco a la fe cristiana: en la época, sufriendo con problemas hormonales y ovario poliquístico, Elisandra tenía dificultad para embarazarse. Entonces, resolvió pedir la intercesión de Nuestra Señora:
«Si no fuese por la intercesión de Nuestra Señora, este regalo (Glorita) no estaba con nosotros. Fue a los pies de María que yo pedí para ser madre y yo pedía: ‘mándame a Gloria María o Jonás Miguel'», recordó, resaltando creer que «para Dios nada es imposible».
«El milagro pasó por las manos de María», agregó, una vez que, según Elisandra, «Ella también es madre y me entendía».
«Yo estaba volviendo de un encuentro con los amigos de Canción Nueva, del cual hago parte. En el regreso paramos en Aparecida», recordó Elisandra, que reside con su familia en el municipio gaucho de Caxias del Sur. «Yo sabía… Pide a la Madre, que el Hijo atiende. En lágrimas, a los pies de María, pedí su intercesión».
Aproximadamente un mes y medio después, la madre de Glorita hizo el examen y descubrió que «estaba embarazada de un lindo regalo de Dios».
Y desde aquella época, «cuando ella (la hija) estaba en la panza», Elisandra siempre ha consagrado la pequeña a Nuestra Señora.
En poco tiempo, la devoción mariana pasó de madre para hija. «Amo a Nuestra Señora y ese amor, aquí en casa, todos tienen. ¿Sabe para quién ella mandó el primer beso? Para Nuestra Señora Aparecida», exaltó.
De esa forma, también en el cumpleaños de Glorita, «María estaba presente como siempre». «Tuvo oración, tuvo bendición de los padrinos, tuvo amor, tuvo llanto de emoción, tuvo mucha sonrisa…».
La madre de la joven devota además expresó que «no tuvo riqueza ni lujo, pero sí tuvo el amor de Dios resplandecido en cada gesto».
«¿Cómo agradecer a Dios por tamaño amor y cuidado por nosotros? ¡Somos todos tuyos, María!», finalizó Elisandra. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de ACI Digital
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