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Jerusalén (Miércoles, 06-09-2017, Gaudium Press) Los Patriarcas y prelados de Tierra Santa han advertido de manera conjunta sobre lo que sería «un intento sistemático para minar la integridad de la Ciudad Santa» de Jerusalén a través de un proyecto de ley que cuenta con el respaldo de unos 40 parlamentarios y que «limitaría los derechos de las Iglesias sobre nuestras propiedades».
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| Puerta de jaffa, jerusalén. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press |
El documento fue firmado por los líderes religiosos presentes en Jerusalén, incluyendo al Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, y el Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton. Los temas ligados a las propiedades de las comunidades cristianas en Tierra Santa son bastante delicados y mantienen un frágil equilibrio mediante el estricto seguimiento del «Status Quo», un acuerdo sobre la división de las responsabilidades y uso de los sitios más importantes para las religiones presentes en Tierra Santa, establecido en el siglo XVIII y cuyas disposiciones y actualizaciones fueron condensadas en un único documento no oficial en 1929.
La controversia fue desatada por una demanda sobre propiedades cercanos a a Puerta de Jaffa en la Ciudad Antigua de Jerusalén, en la cual la Corte de Distrito de Jerusalén falló a favor de una asociación israelí propietaria de dos hoteles en el lugar, descartando el reclamo de ilegalidad sostenido por la comunidad ortodoxa griega. La apropiación de los dos importantes edificios de manera anónima por parte de colonos israelíes separó el Barrio Armenio y el Barrio Cristiano en la Ciudad Antigua, lo que vulnera el Status Quo. Las comunidades cristianas se unieron para rechazar la medida y denunciar el proyecto de ley que impondría limitantes a las comunidades en su derecho a las propiedades.
El comunicado de los prelados hizo un énfasis marcado en la importancia del respeto a las comunidades cristianas y el compromiso de continuar la defensa de las propiedades a través de los canales legales y la presión de la comunidad internacional. «No podemos afirmar con suficiente fuerza la muy seria situación que este asalto sistemático sobre el Status Quo ha tenido en la integridad de Jerusalén y sobre el bienestar de las comunidades cristianas de Tierra Santa, así como sobre la estabilidad de nuestra sociedad», afirmaron.
Con información de Fides.
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