Ciudad de México (Lunes, 11-09-2017, Gaudium Press) A través de un comunicado los Obispos de la Iglesia Católica en México han expresado su solidaridad con el pueblo mexicano ante el sufrimiento que ocasionó el terremoto ocurrido en la noche del 7 de septiembre que dejó a cientos sin hogar y varias víctimas especialmente en los Estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
En la misiva -firmada el 8 de septiembre por el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM); y Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario de la CEM-, los prelados extienden su hermandad y oración con las víctimas y especialmente con las familias y poblaciones afectadas.
«Hoy valoramos muchas medidas de prevención y seguridad realizadas en las edificaciones, así como la acción inmediata de las autoridades mediante programas de protección civil, sin embargo nos damos cuenta de cuánto nos falta a todos en el cuidado de la creación», expresan.
Los Estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, son los más afectados / Foto: Cáritas Mexicana. |
En este sentido convocan y hacen un llamado a los fieles y sociedad en general para que se trabaje en conjunto «con entrañas de misericordia ante todo el dolor humano, así como tener el gesto, la acción y la palabra oportuna frente a todo hermano que nos necesite».
Los Obispos mexicanos también muestran su preocupación ante los fenómenos meteorológicos que han azotado Estados Unidos, México y el Caribe, y llaman al cuidado de la Casa Común: «Sin duda alguna estos acontecimientos nos manifiestan que somos una Casa Común, y que el cuidado de ella, es principalmente cuidado de los seres humanos que la habitamos pues somos parte fundamental de la dinámica de la naturaleza».
Finalmente, elevan una plegaria por mediación de Nuestra Señora, la Madre de Guadalupe, para que «nos ilumine» y ayude a hacer de este mundo «una casa digna, fraterna y misericordiosa».
Oraciones por Estados Unidos
Ante los fenómenos meteorológicos extremos que han llegado y se prevén llegarán a los Estados Unidos, el Cardenal Daniel N. DiNardo, Arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de este país (USCCB), dirigió un mensaje en el que pide oraciones por aquellos que se han visto afectados y también por quienes han tenido que ser evacuados.
«En un momento como este, cuando se pone a prueba nuestra resistencia, imploramos a Dios nos dirija a las reservas de fuerza y de compasión humana aún desconocidas, para aquellos que sufren profundamente. Pueden ser nuestras manifestaciones de amor y solidaridad signos duraderos en medio de la crisis», expresó el purpurado.
Luego agrega: «elevamos en oración a todos aquellos que puedan verse afectados pidiendo a Dios todopoderosa guíe las manos firmes de los primeros en responder y amplíe los corazones de todos para ser capaces en generosidad con los vecinos que enfrentan peligro, dolor o el desplazamiento».
Asimismo, asegura que como ocurrió con el huracán Harvey, la USCCB estará trabajando de manera estrecha con las diócesis afectadas y a través de los servicios humanitarios del a Iglesia para asistir a los necesitados.
Con información de la CEM y de la USCCB.
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