En la Audiencia General el Papa rememoró las etapas de su viaje por Colombia

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 13-09-2017, Gaudium Press) En su primera audiencia general tras su regreso de Colombia, el Papa Francisco recordó los principales hitos de su viaje por el país andino.

Después de agradecer a las autoridades que colaboraron con el feliz término de su periplo por Colombia, y de decir que ese pueblo era gozoso y lleno de esperanza en medio del sufrimiento, el Pontífice recordó las principales etapas de su viaje.

De su paso por Villavicencio, donde beatificó a Mons. Jesús Jaramillo Monsalve, Obispo, y Pedro María Ramírez Ramos, sacerdote, ambos mártires por odio a la fe, el Papa dijo que la «beatificación de los dos Mártires ha recordado plásticamente que la paz se funda también, y sobre todo, en la sangre de tantos testigos del amor, de la verdad, de la justicia, y también de mártires verdaderos, asesinados por la fe, como los dos apenas citados. Escuchar sus biografías ha sido conmovedor hasta las lágrimas: lágrimas de dolor y de alegría juntas. Ante sus Reliquias y sus rostros, el santo pueblo fiel de Dios ha sentido fuerte su propia identidad, con dolor, pensando a las tantas, muchas víctimas, y con alegría, por la misericordia de Dios que se extiende sobre quienes lo temen (Cfr. Lc 1,50)».

De su jornada en Medellín, donde tuvo el encuentro con la vida consagrada, el Pontífice enfatizó en su deseo de que la vida cristiana sea asumida «como discipulado: la vocación y la misión. Cuando los cristianos se comprometen completamente en el camino del seguimiento de Jesucristo, se hacen verdaderamente sal, luz y levadura en el mundo, y los frutos son abundantes».

Iglesia de San Pedro Claver, donde el Papa rezó el Ángelus en su paso por Colombia

De su paso por Cartagena de Indias,»la ciudad de San Pedro Claver, apóstol de los esclavos», el Papa señaló que el » ‘focus’ ha ido a la promoción de la persona humana y de sus derechos fundamentales. San Pedro Claver, como también recientemente Santa María Bernarda Bütler, han dado la vida por los más pobres y marginados, y así han mostrado la vía de la verdadera revolución, aquella evangélica, no ideológica, que libera verdaderamente a las personas y las sociedades de las esclavitudes de ayer y, lamentablemente, también de hoy. En este sentido, «dar el primer paso» – el lema del Viaje – significa acercarse, inclinarse, tocar la carne del hermano herido y abandonado. Y hacerlo con Cristo, el Señor hecho esclavo por nosotros. Gracias a Él hay esperanza, porque Él es la misericordia y la paz».

El Pontífice concluyó su meditación encomendándo una vez a Colombia a los amparos de su Patrona, la Virgen del Rosario de Chiquinquirá.

Con información de Radio Vaticano