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Brasilia (Jueves, 14-09-2017, Gaudium Press) En consonancia con el Cirio de Nazaret, tradicional festividad que atrae multitudes de fieles en las calles de Belén de Pará, la Arquidiócesis de Brasilia, a través de la Parroquia que lleva el nombre de la Madre Santísima, en el Lago Sur, celebró la memoria de la Reina de la Amazonía y Patrona de los paraenses un mes antes de la fecha oficial.
El Cirio de Nazaret en la Capital Federal ocurrió el 8 de septiembre pasado. La fecha fue escogida, primeramente, por ser la Natividad de Nuestra Señora – en la cual Portugal celebra Nuestra Señora de Nazaret.
Otra justificativa para los festejos en Brasilia viene del deseo de los paraenses de la comunidad del Lago Sur en participar del Cirio en Belén, que siempre ocurre en el segundo domingo de octubre.
«Hace 25 años, al dar a luz a mi hija, tuve serias complicaciones en el parto. Sentí todo el amor de María por mí (en la situación). Y si hoy me dedico enteramente a mi Iglesia, puedo decir que fui evangelizada por las manos de María, porque a partir de ahí me volví cada vez más a las cosas de Dios, buscando incesantemente mi conversión», contó María de la Gloria Gama, coordinadora de la Pastoral de la Liturgia en la Parroquia Nuestra Señora de Nazaret, que posee tamaña afecto por la devoción mariana a Nazaret.
El Cirio tuvo inicio en 1960, en el campamento de la Empresa Brasiliense de Electrificación. En aquella época, la devoción desembarcó en Brasilia por intermedio de algunos paraenses que vinieron a trabajar en la construcción de la Capital Federal.
En 1971, la Parroquia Nuestra Señora de Nazaret fue creada por el entonces Arzobispo de Brasilia, Mons. José Nilton. Antes, el templo funcionaba provisoriamente en una casa del Lago Sur, en la cual residían algunos fieles de Pará.
Actualmente la Fiesta del Cirio promovida por la parroquia recibe aproximadamente 3 mil personas.
El tema de los festejos es definido por el párroco, Padre Roberto Carlos, y a partir de ahí, son iniciados los preparativos del evento, más precisamente del manto que adorna la Imagen de la Madre Santísima durante la procesión.
Desde 2009, todos los bordados de los mantos son temáticos. Uno de ellos, inclusive, tuvo un significado especial: en 2017, por ocasión de la institución del Año Mariano en conmemoración a los 300 años de la Imagen de Aparecida, la comunidad deseaba también homenajear a la Patrona del Brasil y de Brasilia cuando colocó en el manto elementos que remitiesen a Nuestra Señora y a la capital.
María de la Gloria explicó que aquellos que van para el festejo reciben muchas gracias de las manos de la Madre de Nazaret. «Tengo relatos de personas que estaban en depresión y que se sintieron amadas por Nuestra Señora durante esos días de conmemoración. Creo que la mayor gracia que podemos alcanzar, independiente de todas las gracias materiales, es nuestra madurez en la fe: somos una comunidad unida», declaró. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Brasilia
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