Lima (Lunes, 18-09-2017, Gaudium Press) Un grueso olivo, así es el árbol que un grupo de científicos de la Universidad Politécnica de Madrid halló recientemente en Lima, Perú, y parece ser el único sobreviviente de los que habría plantado San Martín de Porres 400 años atrás en esta ciudad.
El olivo está ubicado en el bosque «El Olivar», un parque situado en el distrito limeño de San Isidro, donde se conservan árboles que fueron plantados en la época colonial y republicana, tras la independencia de España.
De acuerdo con información suministrada por la Municipalidad de San Isidro, el terreno donde se plantó el árbol había sido donado a la Orden de Predicadores en 1539. Tierras que se ubican en parte del conocido «camino real» o «camino inca», que llevaba al antiguo templo inca Pachacamac.
Los científicos lograron identificar el olivo por medio de un estudio científico y de la tecnología de punta, con la que se obtuvo la edad y la ubicación exacta del árbol de hace 4 siglo; el único que sobrevivió.
El Olivo histórico se encuentra actualmente protegido y con acceso restringido / Foto: Municipalidad de San Isidro. |
De esta manera, como explica la municipalidad en nota de prensa, el grupo de expertos «confirmó que la edad del ahora llamado ‘olivo histórico’ es de aproximadamente 380 años».
El hallazgo científico tiene relación con las crónicas de la época, donde se narra que efectivamente fray Martín de Porres plantó algunos olivos en 1637, en una zona que hoy hacen parte del bosque «El Olivar».
De acuerdo con un documento histórico, utilizado para la beatificación del santo mulato, el asistente del fraile, un hombre llamado Juan Vázquez escuchó decir de Martín de Porres: «Cortaremos estacas -de olivo- para que desde el camino real hasta el molino hagamos y un olivar (…) y dirán que Dios perdone a quien plantó este olivar».
De esta plantación quedó registrado un hecho prodigioso que narra el diario El Comercio: de los 700 tallos de olivo que el santo sembró en 15 días, sucedió que las ramas verdearon al tercer día.
Debido al valor histórico, y significado del árbol, el distrito de San Isidro ha dispuesto una zona de tratamiento especial para la preservación de especies centenarias, que comprende 1.900 metros cuadrados. El propósito es realizar una serie de acciones que preserven los árboles centenarios, sobre todo el olivo histórico.
San Martín de porres tenía gran aprecio por la naturaleza / Foto: Gaudium Press. |
«Este olivo histórico se encuentra debidamente protegido y con el acceso restringido al público visitante, con la finalidad de preservarlo adecuadamente y mantener la seguridad correspondiente. Además ha sido incluido en el conjunto de atractivos turísticos del distrito», subraya la municipalidad.
Fray Martín de Porres nació en Lima el 9 de diciembre de 1579. Fue hijo del español Juan de Porres y la panameña Ana Velázquez. Con tan sólo 15 años pidió ser admitido como donado en el convento de los dominicos del Rosario en Lima, donde le confiaron los trabajos más humildes de la comunidad, los que realizó con gran virtud.
Con el tiempo, San Martín, empezó a ser conocido por sus dones curativos y por su vocación misionera, especialmente con los más pobres, así como con negros e indígenas, a quienes predicaba las enseñanzas de la fe. También tenía gran aprecio por la naturaleza; varias narraciones indican que el santo incluso hablaba con los animales. Por su humildad y el gran amor que realizaba las labores cotidianas se le conoce como el «Santo de la Escoba».
Con información de ACI, El Comercio y Municipalidad de San Isidro.
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