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Madrid (Miércoles, 20-09-2017, Gaudium Press) Los retratos de ocho Santos vinculados con la Arquidiócesis de Madrid, España, son la característica más destacada de la nueva capilla de la Curia Arquidiocesana, inaugurada el pasado 18 de septiembre por el Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro. «Que esta capilla sea un lugar especial en este Arzobispado y que marque de verdad la dirección de nuestra vida», indicó el purpurado durante la ceremonia.
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| Retratos de los ocho Santos de la nueva capilla de la Arquidiócesis de Madrid. Foto: ArchiMadrid. |
Las pinturas son obra de la artista Nati Cañada y representan a san Dámaso, san Ildefonso, san Alonso de Orozco, san Simón de Rojas, santa Soledad Torres Acosta, santa Vicenta María López Vicuña, san José María Rubio y san Pedro Poveda, todos relacionados con la capital española, ya sea por haber nacido en el lugar o por haber realizado su apostolado en ese lugar. Además de los retratos de los Santos, la artista recibió el encargo de las 14 imágenes del Santo Via Crucis.
San Dámaso fue Papa a finales del siglo IV y fue quien encargó la traducción de la Biblia al latín, compuso la doxología del Gloria e introdujo el Aleluya en la Liturgia. San Ildefonso nació en Toledo, fue Abad de un pequeño monasterio y luego nombrado Obispo en 658, siendo reconocido por sus estudios teológicos sobre la Santísima Virgen. San Alonso de Orozco fue un fraile agustino que servía en la corte del rey Felipe II pero vivía con notable austeridad y vestía y alimentaba a los pobres. San Simón de Rojas también fue confesor en la corte y también desarrolló actividades caritativas, fundando la congregación del Ave María y dedicándose a «hacer mejores a los buenos» y «procurar la conversión de los pecadores».
Santa Soledad Torres Acosta es una de las primeras miembros de las Siervas de María en el siglo XIX y llegó a dirigir la congregación, sirviendo personalmente a los enfermos. Santa Vicenta María López Vicuña nació en Navarra, pero desarrolló su apostolado en Madrid, fundando la comunidad de Religiosas de María Inmaculada y dedicándose a la formación y servicio de las jóvenes que llegaban a la capital del país. San José María Rubio fue llamado Apóstol de Madrid por el Obispo Eijo y Garay. Fue sacerdote diocesano y después religioso jesuita, con un notable apostolado con traperos, pobres y modistillas y un notable servicio en la administración del Sacramento de la Penitencia. San Pedro Poveda fue fundador de la Institución Teresiana y mártir, dando la vida en julio de 1936 durante la persecución religiosa de la guerra civil. Cuando era buscado por sus persecutores se presentó diciendo: «Soy sacerdote de Cristo».
Con información de Arquidiócesis de Madrid.
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