Redacción (Lunes, 25-09-2017, Gaudium Press) Contemplar y unirse a la agonía de Jesús en el Huerto de Los Olivos, meditar sobre su Pasión frente al Santísimo Sacramento es uno de los propósitos de la Hora Santa. Pero, qué tal si esa hora se realiza en la roca del Getsemaní en el mismo lugar donde Jesús oró al Padre y se entregó a Su voluntad. Hoy esto es posible realizarlo, no solo estando presente en el santo lugar, sino desde casa con solo conectarse a Internet y unirse espiritualmente a la hora de oración, ingresando a Hora Sancta.
Este era un viejo proyecto que tenía en mente la Fraternidad de Getsemaní, con los hijos de San Francisco de Asís, que ya cumplen 8 siglos de presencia en Tierra Santa; y que vio a luz recientemente en seis idiomas: español, italiano, inglés, francés, portugués y alemán.
«Es un lugar único en el mundo: el lugar donde el Señor manifiesta su Sí para siempre mediante su disponibilidad para entrar donde jamás ha entrado nadie, donde se hunde en la oscuridad, en la última batalla contra la muerte, en la que la Humanidad siempre ha resultado vencida», señalan los Franciscanos desde el sitio web.
Santuario del Huerto de los Olivos / Foto: Gaudium Press. |
Ellos invitan a unirse a esta Hora Santa desde cualquier lugar del mundo: «Os pedimos también a vosotros que vengáis espiritualmente aquí, a este lugar amado por Jesús, donde Él venía a menudo con sus discípulos. Nuestra invitación no consiste en un recuerdo estéril, sino en dejarse alcanzar por Él para hacer que ‘los muchos Getsemaní’ que encontramos dispersos por nuestro mundo sean iluminados por el Señor mismo, que llega a cada situación».
La Hora Santa tiene lugar cada primer jueves de mes a las 20:30 horas en la Basílica de Getsemaní. «Es una hora de meditación sobre la agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos. Se hace rezando vocal o mentalmente, sin necesidad de escoger una oración concreta u otra. El espíritu que guía la oración es compartir con Jesús ese momento: sufrir con Él, revivir su angustia, su combate, su lucha, su resistencia ante aquel amargo cáliz. Pero también vivir con Él la alegría verdadera, la paz infinita que nace del abandono a la voluntad del Padre, en la certeza de su Amor por nosotros», explican.
Al ingresar al sitio web, también se da la opción de inscribirse en la Hora Santa de Getsemaní y recibir las gracias de las oraciones que allí tienen lugar; ya que por disposición de los Custodios de Tierra Santa, cada primer jueves de mes se celebra una Misa en la Basílica para los inscritos que se unen al a Hora Santa en comunión con las oraciones que allí realizan los Franciscanos.
En este lugar Jesús oró al Padre y se entregó a Su voluntad a Él / Foto: Gaudium Press. |
«A quien quiere participar en esta cita la Iglesia le concede Indulgencia Plenaria cada vez que participa en la Hora Santa, con la condición de acercarse a la confesión y recibir la Eucaristía el jueves o viernes por la mañana, recitando cinco veces el Padrenuestro, Ave María y Gloria, en una iglesia o capilla pública, conforme a la intención del Sumo Pontífice», explican en el site.
La práctica de la Hora Santa tiene su origen en las revelaciones que Santa Margarita María Alacoque tuvo de Nuestro Señor y su Sagrado Corazón. Era el año 1674 y Jesús se aparece a la religiosa mientras ella se encontraba en adoración. Refiriéndose a Getsemaní, Nuestro Señor le dijo: «Aquí es donde sufrí interiormente más que en todo el resto de mi pasión, al sentirme totalmente abandonado por el cielo y la tierra, cargado con todos los pecados de los hombres (…) Y para unirte a mí, en la humilde oración que presentarás a mi Padre en medio de todas las angustias, te levantarás entre las once y la medianoche para postrarte durante una hora, conmigo (…)».
La misma santa, en sus memorias, especificó que la devoción a la Hora Santa se fundamenta en tres pilares: la oración reparadora, la unión con Jesús sufriente en Getsemaní y los gestos de humillación.
Bajo las enseñanzas de este mensaje dado por Jesús, en 1829 nació la Cofradía de la Hora Santa de Paray le Monial, a la que se adhirieron muchas personas. De allí surgieron en el mundo otras que siguen promoviendo esta práctica y devoción; una de ellas es la Hora Santa de Getsemaní que nació en abril de 1933 por disposición del Custodio de Tierra Santa.
Ver también:
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Con información de Hora Sancta.
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