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Buenos Aires (Jueves, 28-09-2017, Gaudium Press) Numerosa. Así fue la participación de los argentinos en la Marcha Nacional por la Vida que ocurrió en la tarde del miércoles 27 de septiembre en 14 ciudades de la nación austral con el lema «Juégate por la vida» y la consigna «Los bebés de la Argentina necesitan tener voz», que promovió la sociedad civil con la participación de movimientos, es instituciones que trabajan en favor de la vida y la familia.
La iniciativa recibió el apoyo de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) que, desde el Secretariado Nacional para la Familia, dirigió un mensaje señalando: «Los integrantes del Secretariado Nacional valoramos y adherimos a la expresión pública del cuidado de la vida desde la concepción y hasta la muerte natural. Y reconocemos, valoramos y agradecemos la entrega de tantos servidores de la vida y la familia humana. Con ellos renovamos el deseo de anunciar con gozo y fidelidad el don de la vida y la invitación que el Señor nos hace a ser y vivir en familia, cuidándonos y acompañándonos con responsabilidad cristiana».
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| Unas 14 ciudades se sumaron a esta iniciativa que ocurrió el miércoles 27 de septiembre con la consigna «Los bebés de la Argentina necesitan tener voz» / Foto: Marcha Por la Vida Argentina 2017. |
También indican, que acogen la enseñanza que ha dado el Santo Padre sobre la materia: «Su palabra de Padre y Pastor nos lanza con alegría y esperanza a asumir el cuidado y el acompañamiento de toda persona, reconociéndonos valiosos como hijos que somos, amados por el Padre».
Igualmente, hicieron eco de la Exhortación Apostólica ‘Evangelii Gaudium’, donde el Santo Padre señala: «la defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades».
A la marcha se han sumado especialmente los Obispos de Buenos Aires quienes, en cabeza del Arzobispo, Cardenal Mario Aurelio Poli, enviaron una misiva en la que manifestaron hacerse presentes y solidarios «en el sagrado y noble ideal que los ha convocado: la defensa de la vida en todos sus términos, cuidando con predilección a los más débiles, los que se encuentran en las panzas de las mamás, las que esperan ese don sagrado y, por tanto, se han constituido en santuarios de la vida naciente».
Señalaron además que no se puede desconocer «que la defensa de la vida debe extenderse a todas las formas de agravios y atropellos que vulneran la dignidad de las personas», como son los pobres, los enfermos sin debida atención, los jóvenes afectados por el negocio del narcotráfico, las víctimas de la trata de personas, los ancianos olvidados, entre otros.
Asimismo, manifiestan que se alegran mucho al saber que la causa de la vida, «ha reunido a hombres y mujeres religiosos, de distintos credos y confesiones». Por esta razón, los obispos se suman «a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran dar vida para sí y la defienden para los demás».
La convocatoria central de la Marcha ocurrió a las 18:00 horas en Buenos Aires. Una multitud de personas se congregaron en la Plaza de Mayo rumbo al Congreso de la Nación, donde hubo un acto musical, se presentaron testimonios y se hizo un pedido para que no haya ley de aborto en Argentina.
De acuerdo con Alejandro Greyer, coordinador de la iniciativa, quien es citado por AICA, el propósito de la marcha fue hacer una manifestación pública de todos los que defienden la vida desde la concepción. «Queremos decir sí a la vida y no al aborto. Y lo hacemos ganando la calle en paz, alegría y firmeza. Nos sumamos así a todas las marchas por la vida que se hacen en muchos países».
Además de Buenos Aires, también se sumaron ciudades como Tandil, Rosario, Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Tucumán, Córdoba y La Rioja, entre otras.
Con información de AICA y la CEA.
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