Bratislava (Martes, 03-10-2017, Gaudium Press) Aunque no falleció martirizado, si es considerado un mártir debido a que entregó su vida por sus hermanos, sobre todo sacerdotes y seminaristas. Es el testimonio del Padre Titus Zeman, sacerdote salesiano esloveno que fue beatificado en Bratislava el pasado 30 de septiembre, en el marco de una solemne Eucaristía que presidió el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
«Dar la vida por los hermanos fue el ideal del Beato Titus Zeman. Fue arrestado porque ayudaba a los seminaristas y a los sacerdotes a expatriarse para vivir el ideal apostólico. Su prisión fue transformada en un sacrificio de redención para los demás», fueron parte de las palabas que dirigió el representante del Papa durante la homilía de la ceremonia de beatificación a la que asistieron unos 25 mil fieles.
Junto al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos estaban también el Arzobispo de Bratislava, Mons. Stanislav Zvolenský; el Rector Mayor de los Salesianos, Padre Ángel Fernández Artime; el Cardenal eslovaco Jozef Tomko y el Nuncio Apostólico en este país, Mons. Giacomo Ottonello; además de otros obispos, 500 sacerdotes, unos 200 seminaristas; las hermanas del beato y otros parientes.
La ceremonia de beatificación fue presidida por el Cardenal Angelo Amaro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos / Foto: ANS. |
Como relata la agencia de información salesiana ANS en nota de prensa, uno de los momentos más significativos de la ceremonia fue cuando el Arzobispo de Bratislava -en compañía del Padre Pierluigi Cameroni, SDB, Postulador General de los Salesianos y el Padre Jozef Silivon, SDB, Vice-Postulador de la causa- hizo la solicitud oficial para la beatificación del sacerdote. Luego el Cardenal Amato leyó la Carta Apostólica con la que se estableció que el Padre Zeman se cuente desde ahora dentro del número de beatos, instituyéndose su fiesta litúrgica para el 8 de enero, aniversario de su muerte.
Otro momento especial fue la Misa de acción de gracias que ocurrió en Vajnory, distrito de Bratislava donde nació el Padre Zeman, el domingo 1º de octubre. La Eucaristía fue presidida por Mons. Zvolenský, y concelebrada por el Padre Fernández Artime, además de otros presbíteros.
Sobre el nuevo beato mártir también se pronunció el Papa Francisco, durante el Ángelus del domingo 1º cuando se encontraba en visita pastoral en la ciudad italiana de Bolonia. El Sumo Pontífice dijo tras concluir la oración mariana: «Ayer en Bratislava, Eslovaquia, fue beatificado Titus Zeman, sacerdote salesiano. Se une así a una larga lista de mártires del siglo XX, porque murió en 1969 después de haber estado durante largo tiempo en la cárcel debido a su fe y su servicio pastoral. Que su testimonio nos sostenga en los momentos más difíciles de la vida y nos ayude a reconocer, también en la prueba, la presencia del Señor».
Reliquias del Padre Titus Zeman / Foto: ANS. |
El Padre Titus Zeman nació el 4 de enero de 1915 en Vajnory, Bratislava, al interior de una familia con profundos valores cristianos. Desde los 10 años quiso ser sacerdote; una vocación que estuvo inspirada por el carisma de San Juan Bosco gracias a que realizó sus estudios en varias casas salesianas.
En esta Congregación hizo su noviciado, donde el 7 de marzo de 1938 emitió su profesión perpetua. Su consagración sacerdotal ocurrió el 23 de junio de 1940 de manos del Cardenal Maurizio Fossati, durante una ceremonia que tuvo lugar en la Basílica de María Auxiliadora, en Turín.
En 1950, cuando el régimen comunista prohibió en su país las órdenes religiosas ordenando deportar a los consagrados y consagradas a los campos de concentración, el Padre Zeman organizó dos viajes clandestinos a Turín para que 60 jóvenes salesianos completaran sus estudios. Al intentar organizar el tercero, resultó detenido junto con algunos jóvenes.
Es catalogado por el régimen como traidor a la patria y espía del Vaticano, siendo condenado a varios años de cautiverio. Alcanza su libertad el 10 de mayo de 1964, pero ya marcado por los sufrimientos que vivió, muere con fama de martirio y en olor de santidad el 8 de enero de 1969.
La investigación diocesana para su causa de Beatificación y Canonización comenzó en el 2007, siendo reconocida por la Congregación para las Causas de los Santos el 28 de junio de 2013. Tras prepararse la ‘Positio’, se discutió si la muerte del Padre Zeman podría considerarse un verdadero martirio, teniendo aprobación por parte del Congreso Especial de Consultores Teólogos el 7 de abril de 2016. En la sesión ordinaria de los Cardenales y Obispos del 21 de febrero de 2017 se reconoció que el Siervo de Dios murió por su fidelidad a Cristo.
Con información de ANS y tituszeman.sk.
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