Lima (Lunes, 05-10-2009, Gaudium Press) Con la asistencia del presidente de la República, Alan García Pérez, se celebró el pasado domingo 4 en la catedral de Lima la tradicional ‘Misa por la Nación’, que contó además con la presencia de la venerada imagen del Señor de los Milagros, cuyas festividades se conmemoran en octubre.
A la eucaristía asistieron también el vicepresidente Luis Giampietri, el ministro del Interior, Octavio Salazar, el ministro de Defensa, Rafael Rey, y el presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Hugo Sivina, así como autoridades políticas.
En la eucaristía el Cardenal primado del Perú pidió a Jesucristo por la unidad familiar y el fortalecimiento del vínculo matrimonial, como requisitos para construir la identidad peruana: «Le pido al Señor de los Milagros unidad en la familia peruana, esencial para buscar la paz, la justicia y para afirmar la identidad de la nación en el concierto Latinoamericano. Imploramos tu bendición para la nación peruana. Ayúdanos a entender que todos somos peruanos, no hay peruanos de segunda categoría», afirmó.
Por el no nacido
La ‘Misa por la Nación’ fue también la oportunidad para que el Cardenal Cipriani requiriese del Señor de los Milagros la defensa de toda vida humana, particularmente la de los no nacidos: «Protege la vida de los más débiles e inocentes, de aquellos que están en el vientre de su madre, protege desde el primer instante de la concepción esa incipiente forma de vida. Es una situación muy particular que atraviesa el mundo entero. Señor de los Milagros custodia el vientre de esas madres, custodia el ámbito legal, confunde a quienes asechan la vida humana para impedirles que puedan hacer daño», resaltó.
Concelebraron con el Cardenal los tres obispos Auxiliares de Lima, Mons. Adriano Tomasi, Mons. Guillermo Abanto y Mons. Raúl Chau, así como Mons. Pedro Hidalgo, Director Espiritual de la Hermandad del Señor de los Milagros.
El Señor de los Milagros
En Perú se venera a Jesucristo como el Señor de los Milagros.
A mediados del siglo XVII negros provenientes de Angola formaron una cofradía y para ella construyeron una edificación. Uno de los miembros pintó en la pared la imagen de Jesucristo que después sería famosa en el mundo entero.
El 13 de noviembre de 1655, un terremoto sacudió a Lima y Callao causando miles de muertos y destruyendo numerosos edificios. Todas las paredes de la cofradía cayeron salvo el muro con la imagen del Cristo, que permaneció en pie sin ningún menoscabo.
15 años más tarde, Antonio León de la parroquia de San Sebastián, encontró la imagen en la pared abandonada e inició su veneración, obteniendo la curación de un tumor que le causaba fuertes dolores de cabeza. Fortalecida su fe por el milagro, la noticia se difundió rápidamente, y pronto muchas personas acudían al Cristo, que desde entonces se reconoció como ‘milagroso’.
El 14 de septiembre de 1671, fiesta de la exaltación de la Cruz, se celebró la primera misa ante la imagen. Los peregrinos aumentan continuamente y pronto se le llama «El Santo Cristo de los Milagros o de las Maravillas».
En octubre de 1687 un maremoto arrasó con el Callao y parte de Lima y derribó la capilla edificada en honor del Santo Cristo. Entretanto, una vez más sólo queda en pie la pared con la imagen. Ante el hecho se decide confeccionar una copia al óleo de la imagen que, por vez primera, saliera en procesión en andas por las calles.
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