Sídney (Jueves, 16-11-2017, Gaudium Press) Los Obispos de Australia lamentaron la decisión expresada por el 61 por ciento de los ciudadano participantes en un referéndum sobre la redefinición del matrimonio en el orden legal australiano. Si bien la votación mayoritariamente favorable al cambio de la institución matrimonial no es de obligatorio cumplimiento sí abre la puerta a las acciones legales que conducirían a ese fin. Los prelados del país reiteraron que la Iglesia continuará exponiendo la doctrina católica sobre el matrimonio y la familia y animaron a los fieles a continuar defendiendo su punto de vista en la esfera pública.
Familias australianas se convirtieron en equipos voluntarios de promoción del Matrimonio durante el período del referéndum. Foto: Arquidiócesis de Sídney. |
Mons. Denis Hart, Arzobispo de Melbourne, aseguró que la Iglesia Católica no altera su visión del matrimonio «como ha sido entendido a través de los siglos (…), como una unión especial entre un hombre y una mujer que permite la creación y crianza de los niños», informó Crux. Además solicitó a los legisladores proteger los derechos de libertad religiosa y de conciencia. «Estas protecciones deben asegurar que los australianos puedan continuar expresando su visión sobre el matrimonio, las escuelas inspiradas en la fe puedan continuar enseñando la comprensión tradicional del matrimonio y las organizaciones puedan operar en una manera consistente con esos valores».
Por su parte, el Arzobispo de Sídney, Mons. Anthony Fisher, lamentó que la consecuencia probable de la votación sea «la legislación para deconstruir aún más el matrimonio y la familia en Australia», pero afirmó que no existen señales de esperanza a pesar del resultado. «Estoy alentado porque millones de australianos aún defienden la convicción de que el matrimonio es una relación única entre un hombre y una mujer», expresó. De hecho la provincia de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney fue la que tuvo la votación favorable a la redefinición más baja del país, con varias poblaciones en las que el voto negativo fue claramente mayoritario.
El prelado, dirigiéndose a los ciudadanos que ya forman parte de un matrimonio: «No dejen que esta decisión los desanime o socave su apreciación de la santidad del matrimonio real».Mons. Fisher motivó a los fieles a «estar unidos como nación» para promover la protección de los derechos de libertad religiosa y de conciencia, ya que en el orden legal actual «propuestas pobres para proteger a los ministros religiosos y los lugares de culto no ofrecen una protección al 99.9 por ciento de los creyentes que no son parte del clero».
Con información de Crux y Arquidiócesis de Sídney.
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