Menú 
Redacción (Lunes, 20-11-2017, Gaudium Press) Nuevas Directrices para Formación de Presbíteros llegarán en breve a la Iglesia en Brasil.
En reunión en la sede de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) en Brasilia, entre el 13 y 14 de noviembre, un grupo formado por obispos y peritos concluyó el texto que será enviado a los prelados de todo el país, a fin de recibir contribuciones.
El próximo documento acogerá indicaciones del texto divulgado por la Congregación para el Clero sobre la formación de seminaristas, además del magisterio del Papa Francisco.
El Arzobispo de Porto Alegre y presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para los Ministerios Ordenados y la Vida Consagrada de la CNBB, Mons. Jaime Spengler, es uno de los responsables por la elaboración del texto. «Estamos intentando llevar en consideración primero la ‘Ratio Fundamentalis’. Además de eso, nos fue pedido que llevase en consideración el magisterio del Papa Francisco», dijo.
La «Ratio Fundamentalis Instituitionis Sacerdotalis» es un documento elaborado por la Congregación para el Clero del Vaticano que concede pistas para la formación de seminaristas y del clero de la Iglesia. Fue publicado el 8 de diciembre de 2016, actualiza las orientaciones de 1985 y explicita a las Iglesias locales cómo realizar la formación de los futuros presbíteros y la necesidad de formación permanente.
Este texto destaca que el futuro sacerdote debe ser acompañado en la totalidad de las dimensiones que interactúan simultáneamente en el proceso formativo y la vida de los ministros ordenados, que son la humana, la espiritual, la intelectual y la pastoral.
Las actuales Directrices para la Formación Presbiteral fueron aprobadas en la 48ª Asamblea General de la CNBB, en 2010, y ya visaban enriquecer la formación espiritual, humana, intelectual y pastoral de los futuros sacerdotes «con nuevos impulsos vitales, consonantes con la índole peculiar de nuestro tiempo».
«Cuando hablamos de una formación única debemos recordar una realidad muy presente en muchos de nuestros seminarios, o sea, las formaciones paralelas, que, sin duda no ayudan a esos hombres en el camino de preparación en vista del ministerio ordenado», resalta el arzobispo, que indica todavía que el proceso formativo debe llevar en consideración todos los aspectos que constituyen la estructura humana.
En el sentido de ser misionera, la formación debe suscitar en los futuros padres la disponibilidad y la apertura para las necesidades de la Iglesia donde es solicitado. «En otras palabras, listo para lo que sea y venga, con generosidad y alegría. Tal vez pudiésemos hasta resumir estas características diciendo de hombres verdaderamente apasionados por el Evangelio del crucificado resucitado, hombres entusiasmados por la propuesta del Reino y por eso capaces de lanzarse generosamente al trabajo apostólico», agregó Mons. Spengler. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la CNBB
Deje su Comentario