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Ciudad Juárez (Viernes, 24-11-2017, Gaudium Press) El P. Patricio Hileman, notable promotor de la apertura de Capillas de Adoración Perpetua en Latinoamérica, fue destacado recientemente por el informativo canadiense The Catholic Register por un testimonio llamativo registrado en México: La impresionante recuperación de la seguridad en Ciudad Juárez, la que fuera la ciudad más peligrosa del mundo. El sacerdote atribuye este cambio al crecimiento de la Adoración Eucarística en la ciudad.
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| «Si eres generoso con Jesús, Él es mil veces más generoso contigo», comentó el P. Patricio Hileman. |
«Cuando una parroquia adora a Dios día y noche, la ciudad se transforma», expresó el sacerdote en entrevista con Radio María Argentina. La primera Capilla de Adoración Perpetua de Ciudad Juárez fue abierta en 2013, en una época en que «40 personas al día morían porque dos bandas de narcotraficantes estaban peleando por la ciudad para llevar drogas a Estados Unidos». Las cifras de homicidios eran espeluznantes: 3766 muertes violentas en 2010.
El enfrentamiento de los carteles de Juárez y Sinaloa impactaba fuertemente a la población civil. «Las parroquias decían que la guerra no terminaba porque un grupo de soldados estaba con una pandilla y la policía estaba con la otra. Estaban matando gente, quemando casas para que se fueran, peleando por la ciudad», relató el sacerdote. Ante tal situación los creyentes solicitaron la apertura de Capillas de Adoración Perpetua, ya que como afirmó una de las parroquias locales, «solo Jesús nos salvará de esto, solo Jesús puede darnos seguridad».
En medio del estado de sitio, los fieles pasaban la noche en vela orando frente al Santísimo Sacramento. Una mujer que tenía el turno de las tres de la mañana fue interceptada por soldados que se negaban a creer que tuviera motivo alguno para estar en las calles. La mujer los llevó a la Capilla, donde seis mujeres estaban en oración. «¿Crees que nos estás protegiendo?», les cuestionó la devota. «Estamos rezando por ti las 24 horas del día». Uno de los soldados se mostró notablemente conmovido y luego fue visto de civil haciendo vigilia ante Cristo Sacramentado.
Dos meses después de la apertura de la primera Capilla, el párroco local informó a los misioneros que desde la apertura de la misma se habían detenido los asesinatos. En un año se abrieron diez Capillas y los frutos se apreciaron no sólo en la impresionante reducción de los asesinatos (pasaron a sumar 256 en 2015), sino en la vida misma de la Iglesia. El Seminario, que amenazaba con cerrar con sólo ocho seminaristas, pasó a albergar 88 aspirantes al sacerdocio. Las nuevas vocaciones eran jóvenes que asistían a la Adoración Eucarística. «Eso es lo que hace Jesús en una parroquia», concluyó el sacerdote. «Los mayores milagros ocurren en las primeras horas de la mañana, es cuando estás más en paz, cuando escuchas mejor a Dios, tu mente, tu corazón está más tranquilo, estás allí solo para Dios. Si eres generoso con Jesús, Él es mil veces más generoso contigo».
Con información de The Catholic Register.
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