Menú 
Goiania – Goiás (Lunes, 18-12-2017, Gaudium Press) En artículo publicado la semana pasada en el site de la Arquidiócesis de Goiania, el Arzobispo Mons. Washington Cruz, trató de la familia.
«Si no fuese mi fe en Dios, en la Providencia Divina, yo diría que el futuro de la humanidad está amenazado. Ya estamos conviviendo con falta de agua y crece, en ritmo acelerado, la polución del aire, los ríos y el mar. Crecen también los conflictos entre naciones, la violencia gana cada vez más adeptos, la vida ya no vale nada», dice, ya al inicio del texto.
El arzobispo afirma creer «que la esperanza está en la familia», pues «todo comienza en ella y la cosecha de lo que se planta a ella retorna, llevando problemas y alegrías. Ella es la base de formación del individuo para la vida en comunidad, la ética, la solidaridad y tantos otros valores, pero esencialmente para el amor».
«Una familia cristiana educa para la dignidad y la paz, enseñando el mandamiento ‘ame a su prójimo como a sí mismo’ desde la tierna edad de sus hijos», analiza.
Es claro, prosiguió Mons. Washington, «que no existe familia perfecta, así como nada es perfecto en este mundo, pero si la vida en el mundo está difícil, imaginen lo que sería de él sin la familia».
«Es verdad que sus miembros reciben influencia de la sociedad desde que nacen y llevan para dentro de ella todas las contradicciones del mundo. Y el misterio está ahí. Incluso así, la familia resiste y provoca grandes cambios de vida y superaciones consideradas imposibles, por medio del amor», resalta.
El arzobispo además hace el siguiente cuestionamiento: «¿quién defenderá la familia? Ser ejemplo de integridad para su familia, plantando para la llegada de buenos frutos, con amor, ya es una fórmula milenaria de éxito en la construcción de la vida familiar».
«Pero, pensando en el contexto, defender la familia es defender cada ciudadano que la integra, en sus derechos de acceso al alimento de cada día y a la morada; al trabajo; a una real asistencia en el área de la salud; a la educación integral, cultura, seguridad y al esparcimiento, entre otros. Sin resolver esas cuestiones básicas necesarias para una vida digna, la familia y el mundo estarán siempre amenazados», agrega.
Por último, Mons. Washington Cruz considera el Año del Laicado, que inició en Brasil el 26 de noviembre pasado, «una ocasión para que toda la Iglesia en Brasil viva intensamente, por medio de oraciones, celebraciones y reflexiones, además de motivar una participación mayor de los laicos en la vida de la Iglesia y la sociedad».
«El tema del Año es ‘Cristianos laicos y laicas, sujetos en la ‘Iglesia en salida’, al servicio del Reino’, y el lema ‘Sal de la tierra y luz del mundo’. La Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB) clamó a todas las diócesis del país a celebrar el Año del Laicado en 2018. La Regional Centro-Oeste de la CNBB celebrará el Año del Laicado y de la Familia, para cumplir el último de los compromisos asumidos en la Asamblea del Pueblo de Dios, en 2015, para vivenciar en los tres años siguientes: la primera fue el Año de la Misericordia (2016) y la segunda (2017), el Año Vocacional Mariano», concluye. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la CNBB
Deje su Comentario