Redacción (Martes, 19-12-2017, Gaudium Press) Sobre el verdadero carácter de la prueba que pasó el príncipe San José, al percibir que su Esposa purísima estaba encinta, trata Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP, en su maravillosa y más reciente obra «San José: ¿Quién lo conoce?». 1
En sentido contrario a otros Padres de la Iglesia, pero con mayor lógica, San Jerónimo «defiende que si San José hubiese dudado de la fidelidad de Nuestra Señora, no sería el varón justo del que habla San Mateo, pues, ocultando aquello que consideraba un crimen, habría cometido una falta, tal vez hasta grave. Y argumenta que él conocía todo acerca de su Esposa. Ahora, Ella le había dado tales muestras de virtud fuera de lo común, se había revelado tan angélica y extraordinaria, que si él aventurase cualquier sospecha a su respecto haría un inaceptable juicio temerario». Es decir, la hipótesis aún común, de la duda de San José con relación a la fidelidad de Nuestra Señora, no tiene fundamento.
Lo mismo reafirma el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, citado en la misma obra de Mons. João Clá: «Es un absurdo pensar lo contrario. A San José bastaba mirar para Ella (la Virgen) o detallarla de espaldas, bastaba ver el modo cómo su túnica raspaba ligeramente por el piso, o como Ella se apoyaba en una mesa en cuanto conversaba, para descansar un poco; de cualquier gesto, hasta del guiñar de las pestañas, dimanaba en torno de Ella torrentes de castidad».
Entonces, ¿cuál fue la prueba de San José?
Expresa Mons. João Clá que persuadido el Patriarca San José por su sabiduría y discernimiento de los espíritus de la virginidad de María Santísima, el Espíritu Santo le inspiró en un momento determinado que era Ella la Madre del Mesías, la Virgen anunciada por el profeta Isaías. Pero como la Virgen no se lo había revelado, «San José fue asaltado por la convicción de no ser digno de permanecer junto a Ella. ¿Tal vez la escogencia del esposo de Nuestra Señora no fuera perfecta, y debería haber sido llamado otro para ocupar su lugar? El matrimonio, entretanto, en todo había sido válido y no había vuelta atrás. ¿Qué pensar?»
La prueba era no considerarse estar a la altura de Ella. Y el silencio de la Virgen, motivado porque Ella «sabía que Dios deseaba probar la confianza de su virginal esposo», parecía conferir autenticidad a sus aprehensiones. Era, en la maravillosa expresión de Mons. João Clá, dos silencios que se entrecruzaban…
Entretanto, la Virgen «rezaba sin descanso y, para compensar en algo el sufrimiento de su esposo, lo servía con mayor dedicación y ternura que lo habitual».
Y por ello cuando el Ángel, terminando la terrible prueba, le avisa a San José del gran prodigio que se había realizado en el seno de la Virgen, le dice «no temas recibir a María como tu esposa», y no le dice «no sospechéis».
Estas son solo unas sencillas líneas para motivar la lectura del magnífico libro de Mons. Clá, pronto a la venta en español.
Por Saúl Castiblanco
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1 São José: Quem o conhece? Mons. João Scognamiglio Clá Dias. Arautos do Evangelho e Instituto Lumen Sapientiae. São Paulo. 2017
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