El Alto (Jueves, 21-12-2017, Gaudium Press) En su comentario a las lecturas del Tercer Domingo de Adviento, el pasado domingo, Mons. Eugenio Scarpellini, Obispo de El Alto -en Bolivia- deploró la reciente aprobación del Código del Sistema Penal, que permite la práctica casi abierta del aborto: «En Bolivia el valor de la vida y la dignidad de la persona humana están sujetas al ‘imperio’ de organizaciones internacionales económicamente poderosas», expresó el prelado.
Anuncia el profeta Isaías su alegría en previsión del Mesías que viene. Entretanto, «¡Que contraste con lo estamos viviendo en estos días, cuando en nuestro país se aprueban leyes que prácticamente abren de manera indiscriminada la posibilidad del aborto», señaló Mons. Scarpellini.
«Una vez más debemos decirnos que se ha firmado el certificado de defunción del ‘vivir bien’, hemos dicho al mundo entero que en Bolivia el valor de la vida y la dignidad de la persona humana están sujetas al ‘imperio’ de organizaciones internacionales económicamente poderosas», dijo.
Ésta práctica del aborto es una colonización impuesta desde fuera, porque «nuestra gente, en cambio, defiende la vida, nuestra cultura es una cultura de la vida. La cultura de la muerte viene de afuera; y, ¡atentos! Quien piensa poder decidir sobre quienes puedan nacer o no, el día de mañana querrán decidir cuándo y cómo morir. Hoy como ayer, sigue habiendo en la sociedad Herodes y Pilatos que manchan sus manos con la sangre de los inocentes».
Adviento y vida
Mons. Eugenio resaltó que estos días que preceden la Navidad nos recuerdan la importancia de la vida humana, que se relaciona con la Luz: «Es la luz que guiará a los pastores al encuentro de Jesús en el Belén:
el recién nacido es la luz de la humanidad. Siempre, un recien nacido es
una luz en la familia, es una esperanza en la sociedad, es la vida que
se hace nueva cada vez. Es la luz que quiere ser escuchada y atendida
porque te libera del pecado y de todas las situaciones de muerte que
derivan del pecado personal y comunitario».
Igualmente, el obispo de El Alto manifestó que «frente a leyes injustas, los operadores en saludo deben asumir la desobediencia civil y la objeción de conciencia con la postura de quienes aman a los hermanos más débiles por encima de su propia vida. Y, como discípulos de Jesús, debemos asumir que la decisión final no lo tienen las leyes injustas, sino cada persona cuando actúa en conciencia. Ninguna ley hará que una persona aborte si ella decide no hacerlo».
Con información de iglesiaviva.net
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