Roma (Viernes, 22-12-2017, Gaudium Press) Un viaje al pesebre de Belén de hace 2 mil años es el que propone la Parroquia de San Giulio en Roma, a través de una representación viviente del nacimiento del Niño Jesús. La iniciativa, inaugurada el 18 de diciembre en la Porta Asinaria -Plaza de Porta San Giovanni-, se podrá visitar hasta el 6 de enero. La puesta en escena cuenta con el patrocinio del Vicariato de Roma y de la Obra Romana de las Peregrinaciones (ORP).
La Virgen María, José, el Niño Jesús, varias tiendas, entre ellas una zapatería, y otra para hilar, así como una panadería, e incluso una mula, un buey y varias ovejas, además del rey Herodes, recrean esta representación que traslada a los visitantes a la tierra de Belén donde hace más de 2 mil años vino la salvación al mundo. En detalle se ha cuidado también el vestuario que ha sido elaborado por dos costureras de la parroquia, así como las herramientas de artesanía, y los establos.
La puesta en escena está a cargo de la Parroquia de San Giulio. Se podrá visitar hasta el 6 de enero en la Porta Asianria – Plaza de Porta San Giovanni / Fotos: RomaSette.it. |
Presente en la inauguración del pesebre viviente -que lleva por tema «Venite Adoremus»- ha estado Mons. Giuseppe Marciante, Obispo Auxiliar de Roma para el sector Este, quien señaló que la iniciativa «quiere decir a todos que este nacimiento es para renacer», ya que «después de cada experiencia dolorosa es posible renacer. Lo he visto, por ejemplo, después de una catástrofe natural, como un terremoto, es posible construir de nuevo; o después de una guerra terrible que hemos visto en Siria, o reconstruir la paz verdadera».
«Este es el mensaje en el fondo de la Navidad; que donde ha habido una experiencia de dolor, pueda nacer de nuevo la vida», reiteró el prelado.
El pesebre viviente está inspirado en el carisma franciscano, ya que fue San Francisco de Asís quien realizó la primera representación de un pesebre, justamente con animales reales (Ver: En Greccio, Italia, cerca de 8 siglos transmitiendo «el corazón profundo del pesebre»).
«El carisma franciscano ha querido, ante todo, hacer entender en profundidad la humanidad de Jesús. Por lo tanto, la idea de Francisco era la de entrar profundamente dentro de la humanidad de Jesús: qué ha escuchar aquel niño en ese momento. Francisco logra penetrar en este misterio», dijo el prelado.
También indicó: «Para nosotros significa en el fondo descubrir la ternura de Dios; y con la ternura que puede reconstruir también el tejido social. Por lo tanto, pienso que esta imagen del pesebre nos dan propiamente la idea de ternura».
La puesta en escena del pesebre viviente también tiene por objeto la reconstrucción de la Iglesia de San Giulio, cuyo techo amenaza con caer al suelo. Por esta razón lo que se colecte con las visitas al Belén se destinará para recuperar la infraestructura del templo.
«Después de una situación de malestar que la comunidad ha vivido, porque está en peligro el techo de la iglesia, han tenido que construir una cabaña, una tienda. Por esto a través de esta iniciativa se quiere reconstruir el techo de la iglesia», explicó el Obispo Auxiliar de Roma.
«Esto nos lleva a pensar cuánta gente hoy no tiene techo (…) El mensaje de la Navidad significa que cada hombre y niño que nace tiene el derecho a tener un techo», prosiguió.
El pesebre se puede visitar cada tarde, hasta el 6 de enero, desde las 16:00 hasta las 20:00 horas. El 31 de diciembre no se abrirá al público.
De la redacción de Gaudium Press, con información de RomaSette.it.
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