Lomas de Zamora (Martes, 26-12-2017, Gaudium Press) Una luz de esperanza, aquella que llega con el nacimiento de Jesús, fue la que recibieron los privados de la libertad del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza, en Argentina, con la visita que realizó al lugar el Obispo de Zamora, Mons. Jorge Lugones, y el Obispo Auxiliar, Mons. Jorge Torres Carbonel, con ocasión de la Navidad el jueves 21 de diciembre.
Un pesebre viviente, conformado por María, José, y los Reyes Magos, y animado por la pastoral penitenciaria de la diócesis, recorrió cada uno de los pabellones del centro carcelario llevando la imagen del Niño Jesús, a la vez que se cantaban villancicos. Ocasión en la que los reclusos recibieron la bendición del Obispo quien portaba en alto la imagen del pequeño salvador.
La visita comprendió dos momentos; uno celebrado en la mañana en el Complejo Federal No 4 de mujeres, donde hubo instantes de oración y un encuentro festivo en torno a la llegada del Niño Jesús, y los Reyes Magos que repartieron varias golosinas entre las cautivas.
Un pesebre viviente, en compañía de la imagen del Niño Jesús, recorrió algunos pabellones del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza / Foto: AICA. |
El otro momento ocurrió en la tarde con la visita de Mons. Carbonell a la Unidad No 1 de varones, donde también recibieron el anuncio de la Navidad con villancicos, y la entrega de algunos regalos.
Según registró AICA, y tal como manifestaron los trabajadores del centro penitenciario, la llegada del pesebre a los presos fue «un bálsamo, una alegría»; recordando así aquella obra de misericordia de la que habla Jesús: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo» (Mateo 25, 40).
Otra visita también fue la que recibieron las mujeres recluidas en la Unidad No 31, esta vez por parte de los representantes de la justicia quienes realizaron un gesto concreto de misericordia compartiendo con las mujeres y sus hijos, quienes tuvieron un obsequio de Navidad por parte del Niño Jesús.
El juez Slokar, al hacer referencia sobre los más de 30 niños que se encuentran en el jardín de infantes que funciona en el centro penitenciario, dijo que «estos son nuestros niños Jesús». Los pequeños están desprotegidos, ya que nacen excluidos y permanecen junto a sus madres, quienes deben cumplir condena, hasta los 4 años de edad.
«Creo que estos niños a quienes les llevamos juguetes sufren la peor de las penas: la cárcel desde su nacimiento hasta los 4 años en razón de los delitos de su madre», manifestó Slokar.
El juez también señaló que «el encierro en estos chicos provoca deterioros irreversibles, porque no tiene un efecto regresivo como en el adulto, sino directamente impeditivo de la evolución y desarrollo de cualquier persona», por lo que es necesario soluciones más dignas.
Al respecto dijo que es importante insistir en el llamado que ha hecho el Papa Francisco de realizar gestos de misericordia con quienes están privados de la libertad.
Con información de AICA.
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