Islamabad (Miércoles, 27-12-2017, Gaudium Press) Con un fuerte operativo de seguridad, el gobierno de Pakistán consiguió garantizar una Navidad segura en el país. Los fieles se congregaron en los templos con al tradicional alegría del nacimiento de Jesucristo, mientras eran protegidos por soldados fuertemente armados, policías e incluso francotiradores preparados para frustrar cualquier amenaza terrorista.
Fuertes medidas de protección garantizaron el derecho de los creyentes a celebrar la Navidad. Foto: AsiaNews. |
Las medidas fueron tomadas tras un reciente ataque a un lugar de culto en la ciudad de Quetta y el compromiso estatal en garantizar la seguridad se evidenció también en la presencia del Jefe de las Fuerzas Armadas, el General Qamar Javed Bajwa, en una celebración cristiana en el presidio de Rawalpindi. El ejercitó notificó la excepcional visita y la declaración del General, quien reconoció «la contribución de los cristianos, no sólo en la creación del Pakistán, sino también en su progreso».
Las comunidades cristianas recibieron saludos con motivo de la Navidad por parte del Presidente de Pakistán, Mamnoon Hussain y el Primer Ministro Shahid Khaqan Abbasi. Estas manifestaciones de apoyo son importantes en un país donde los cristianos representan apenas menos del 2% de la población total. Los creyentes aún son víctimas de frecuentes hechos de discriminación y marginación que los afectan en su vida cotidiana y pueden llegar a significar un riesgo para sus vidas como las acusaciones injustas de blasfemia, un crimen castigado en el país con la pena de muerte.
la Iglesia Católica en Pakistán condenó el atentado del pasado 17 de diciembre en Quetta, que causó la muerte de nueve creyentes y heridas a 44 más. En una declaración de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Pakistaní, los prelados rechazaron «el ataque cobarde e inhumano contra la iglesia y contra fieles inocentes» y solicitaron «reforzar las medidas de protección para todos los ciudadanos, en particular durante este período de Navidad». «La incertidumbre de la vida es inevitable, pero la pérdida de vidas preciosas de esta manera prematura está aumentando en Pakistán», denunciaron los Obispos. «Rogamos a nuestro Señor Jesucristo que Él nos regale, como nación, fuerza, sabiduría, tolerancia y paz».
Con información de AsiaNews.
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