Sevilla (Viernes, 29-12-2017, Gaudium Press) Con ocasión de la Fiesta de la Sagrada Familia, que la Iglesia celebrará el domingo 31 de diciembre, el Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, ha dedicado su más reciente carta pastoral al sacramento del matrimonio y a la célula básica de la sociedad, que es la familia.
En la misiva, el prelado señala que «la promoción de una adecuada y orgánica pastoral familiar en las parroquias de nuestra Archidiócesis debe ser una prioridad», sobre todo ante la crisis que enfrenta la familia por diversos factores culturales, sociales y políticos.
«Tales factores están poniendo en riesgo el mismo concepto de familia, desdibujando el valor de la indisolubilidad del matrimonio y equiparando a la unión conyugal diversas formas de convivencia que no pueden considerarse verdadero matrimonio», indica.
El domingo 31 de diciembre la Iglesia celebra la Fista de la Sagrada Familia / Foto: Cathopic. |
Es en este contexto que Mons. Asenjo hace una exhortación: «Nuestra Iglesia diocesana ha de anunciar con renovado vigor la verdad del matrimonio y la familia y su sentido en el designio salvador de Dios, como unidad de vida y amor, abierta a la procreación de nuevas vidas, así como su condición de ‘Iglesia doméstica’ y su participación en la misión de la Iglesia y en la vida de la sociedad».
Resalta que la familia cristiana, fundada en el sacramento del matrimonio, «es icono y reflejo del amor de Dios por la humanidad y signo del amor de Cristo por su esposa que es la Iglesia».
Destaca también que la familia, como santuario de la vida, «es el ámbito donde la vida, don de Dios, es acogida, acompañada y defendida. Por ello (…) es el fundamento de la sociedad, lugar primordial de humanización de la persona y de la convivencia civil, pues en ella se adquieren los hábitos y los principios imprescindibles para una vida social vivida en el amor y la solidaridad».
«Sólo por eso los poderes públicos deberían apoyar a la familia como se merece. No puedo olvidar otra dimensión importante: la familia es también comunidad evangelizadora, abierta a la misión, pues los padres cristianos tienen como uno de sus principalísimos deberes la transmisión de la fe y la educación cristiana de sus hijos», prosigue el Arzobispo en la carta pastoral.
En este sentido, prepondera que en la diócesis se esté trabajando por fortalecer la Iglesia doméstica a partir de varias iniciativas, como el Máster en Ciencias del Matrimonio y la Familia puesto en marcha recientemente. A partir de la unificación de los contenidos y metodologías de los cursillos prematrimoniales que tienen lugar en la jurisdicción eclesial, además del programa de educación para jóvenes y adolescentes bajo la luz de la antropología cristiana; así como los Centros de Orientación Familiar diocesanos, de los cuales ya son cinco en la diócesis, creados con el objeto de apoyar a los matrimonios en dificultad.
«Ninguna parroquia de la Archidiócesis debería olvidar elaborar una programación específica para este sector pastoral. En todas las parroquias debe existir un pequeño equipo de servicio a la familia en las distintas dimensiones a las que acabo de aludir. Nos va en ello la felicidad de los esposos y de sus hijos, el futuro de la Iglesia y el bien común de la sociedad, pues la familia es, como nos dijera el Concilio, ‘la escuela del más rico humanismo'», concluye Mons. Asenjo.
Con información de la Archidiócesis de Sevilla.
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