Bagdad (Viernes, 29-12-2017, Gaudium Press) El Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Su Beatitud Louis Raphael I Sako, emitió un mensaje de navidad dedicado a la recuperación de las comunidades cristianas azotadas por la persecución y que inician un nuevo camino de retorno y reconstrucción. «Para la Nueva Fase de Irak, avancemos juntos al Sendero de la Esperanza» es el título del mensaje, firmado el pasado 19 de diciembre.
El plan de salvación de Dios «es la única esperanza para cambiar nuestros temores y preocupaciones», recordó el Patriarca Sako. Foto: Patriarcado Caldeo de Babilonia. |
El prelado recordó el canto de los ángeles en Navidad: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad hacia los hombres» y recordó que estas palabras no son sólo una alabanza a Dios, sino «un proyecto real y de largo plazo, logrado por Jesucristo y que debe lograrse en el corazón de cada uno de nosotros para imponer la paz en el mundo». El Patriarca indicó que «este proyecto celestial es la única esperanza para cambiar nuestros temores y preocupaciones resultantes del terrorismo y las guerras; así como del deterioro económico y la carrera armamentista mortal».
Su Beatitud recordó como un signo de esperanza la declaración del triunfo militar sobre las fuerzas de ISIS y la recuperación del control estatal sobre la región de la llanura de Nínive y la posibilidad de trabajar para obtener la seguridad y la estabilidad, resolver las controversias por la vía del diálogo y cesar la discriminación religiosa generalizada, así como buscar los demás elementos que componen la armonía social y el bienestar general. «Este es un desafío ‘grande’ que debemos enfrentar para llegar a esta ‘Nueva Fase’ basada en principios fundamentales», indicó.
Sobre las comunidades cristianas, el Patriarca recordó el grave sufrimiento de los creyentes, cuya población disminuyó casi a la mitad por el desplazamiento motivado por la violencia, y los nuevos desafíos en el retorno a sus hogares y la preservación de sus derechos. El prelado alentó el reconocimiento de » su cultura, civilización y patrimonio como una parte esencial de la historia de Iraq». Pero además del esfuerzo que debe ser apoyado por las autoridades, » ha llegado el momento de que los cristianos aprendan lecciones del pasado para deshacerse de sus miedos, pesimismo e intereses personales que los dividieron; aclarar sus visiones, enfoques y unir sus posiciones para consolidar su presencia y su papel en los asuntos públicos y el proceso político en una hermandad nacional genuina lejana a la dependencia y la custodia».
«Es hora de que los cristianos se comuniquen con sus ciudadanos y con la Iglesia que los abrazó y apoyó durante esta tragedia al informar a la comunidad internacional sobre su situación», expresó el Patriarca Sako. «Además, la Iglesia está alentando a los cristianos a mantener su esperanza y regresar a sus ciudades. Esta es nuestra patria e insistimos en permanecer aquí». El prelado pidió a la Iglesia local «renovar su compromiso con el Evangelio y seguir las enseñanzas de Jesucristo», trabajar por la unidad, la atención a los necesitado e involucrar a los laicos en la vida de la Iglesia a través de una amplia gama de responsabilidades.
Con información de Patriarcado Caldeo de Babilonia.
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