España – Córdoba (Miércoles, 03-01-2018, Gaudium Press) En una carta titulada «El deseo de familia está vivo», el Obispo de Córdoba, España, Mons. Demetrio Fernández, recordó que el Evangelio «tiene una buena noticia para ese amor humano que se vive en familia» y alentó a los fieles a rezar por ocasión de la celebración de la Fiesta de la Sagrada Familia celebrada el día 31 de diciembre. Mons. Fernández advirtió contra amenazas a la familia, como la mentalidad antinatalista y la ideología de género y recomendó imitar a la Sagrada Familia de Nazaret como modelo perfecto.
«Dios vive en familia, Dios es familia. Son tres personas -Padre, Hijo y Espíritu Santo- que se llevan maravillosamente, todo tienen en común», enseñó el Obispo, enfatizando la importancia de la familia en el plan salvífico de Dios. «El Dios que nos reveló Jesucristo no es un Dios solitario y argel, distante e inaccesible. No. Él es un Dios amor, familia, comunión, proximidad, que abrió su círculo íntimo para hacernos partícipes de esa felicidad con todos los seres humanos».
El prelado indicó que Dios creó al hombre y la mujer a su imagen y, por esta razón, el amor humano y fecundo de los cónyuges es una «verdadera ‘escultura’ viva capaz de manifestar al Dios Creador y Salvador». «Cuando la ideología de género afirma que no hay diferencia entre el hombre y la mujer y que cada uno puede escoger para sí lo que quiera en esta orden de cosas, está ignorando esta realidad profunda de la persona humana, que posee raíces biológicas, existenciales e inclusive religiosas», recordó el Obispo, que insistió que el respeto por la orden natural de la creación es fundamental para la realización humana. «Ese Dios que nos ama trazó un plan para la felicidad del hombre, y nosotros los humanos no podemos modificar el plan de Dios».
«Y junto a eso, el invierno demográfico, quiere decir, los pocos niños nacidos en España. Llevamos décadas con una de las menores tasas de natalidad del mundo, y este dato está teniendo un impacto en nuestra sociedad», alertó Mons. Fernández. «Si una sociedad no es capaz de transmitir la vida para la generación siguiente, es una sociedad que fracasa en una de sus tareas fundamentales». El Obispo denunció la responsabilidad de los cónyuges, los planes de gobierno y la mentalidad de toda la sociedad en una situación, calificada como un cataclismo.
Finalmente, el prelado propuso a la Sagrada Familia «como un modelo de convivencia, donde el amor es el clima de relacionamiento de todos sus miembros. Pedimos hoy al Señor por nuestras familias, agradecemos a Dios por haber nacido y crecido en una familia». El Obispo pidió a los fieles que apoyen la familia, que continúen siendo el nido de amor y el lugar más valorado de nuestros contemporáneos de hoy». Si nos aproximamos un poco más al plan de Dios, seremos más felices en este campo tan vital de la familia». (EPC)
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