Chicago (Viernes, 05-01-2018, Gaudium Press) El Obispo auxiliar de Los Ángeles, Estados Unidos, Mons. Robert Barron, animó a cerca de ocho mil participantes en la Cumbre de Liderazgo Estudiantil del Fellowship of Catholic University Students (FOCUS) de Estados Unidos a predicar el Evangelio y no diluir el cristianismo. El prelado propuso el libro de los Hechos de los Apóstoles como una hoja de ruta en la labor de evangelización que compromete a todos los creyentes.
La predicación del señorío de Cristo es el mensaje que llega a lo profundo del corazón, propuso Mons. Barron. |
«Nos dice muy claramente Quién está a cargo, y lo que quiero decir con esto es a Cristo que ascendió y ahora comanda su Iglesia», indicó el Obispo, quien pidió a los presentes traer algo del Cielo a la Tierra a través de la predicación, que no debe ser diluida para amoldarse al entorno. «El discurso fuerte de la Iglesia es que no es el César, o alguno de sus colegas o predecesores o sucesores, sino Jesús el Señor, Jesús es el Rey. Y Él es también el Cristo, el Ungido».
Esta declaración de majestad fue, según expuso Mons. Barron, una de las causas de la persecución a los creyentes. Si bien el Imperio Romano era tolerante con las religiones, la confesión de Cristo como único Rey le era contradictoria. «Si Él es el Señor, todo en tu vida le pertenece. Tu vida personal, sí. Tu cuerpo, sí. Tus amistades, sí. Tu vida política, sí. Tu entretenimiento, sí», detalló, según informó Crux. «Todo».
Acomodar el mensaje del Evangelio para que se conforme a la cultura dominante es alejarse de la fe de los cristianos perseguidos para ser premiado mundanamente. «Eso es lo que le pasa a una cristiandad atenuada y debilitada», se lamentó el Obispo. «En los Hechos de los Apóstoles escuchamos que cuando estos primeros discípulos hablaban, le llegaban al corazón de la gente. Eso sigue siendo cierto el día de hoy. Las enseñanzas espirituales blandas, decir lo que dice todo el mundo no le llega al corazón a nadie, pero, créanme, declarar el señorío de Jesús, eso les llegará al corazón».
Para presentar adecuadamente a Cristo, los fieles deben mostrarlo en su lugar en la historia de la salvación, sin reducirlo a un personaje sabio o un maestro filosófico que no inspira. «Cuando presentas a Jesús como el cumplimiento de la gran historia de Israel, Jesús como el cumplimiento del templo que pretendía unir a la humanidad y la divinidad, cuando lo predicas como la plenitud de la ley y de la alianza y del Torah, cuando lo predicas como el cúlmen de toda la proclamación de los profetas, a la gente le llegará al corazón», exhortó.
«Todo el mundo rinde culto a algo o alguien. Todos tenemos un rey, ¿no es así?», concluyó el Obispo. «Nuestro trabajo es ponernos de pie con firmeza y decir: ‘No, Cristo es tu Rey. Todas las cosas de tu vida le pertenecen a Él».
Con información de Crux.
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