Custodia de Tierra Santa recuerda el milagro de Jesús en las Bodas de Caná

Redacción (Jueves, 18-01-2018, Gaudium Press) Caná, en Galilea, se le conoce como la ciudad del primer milagro. Allí ocurrió el hecho narrado por San Juan en el Evangelio, cuando Jesús, por mediación de María, convierte el agua en vino en un banquete de bodas. Este suceso es recordado todos los años el domingo siguiente a la fiesta del Bautismo del Señor en la parroquia latina de Caná evocando el primer milagro de Jesús en el marco de una Eucaristía y la renovación de las promesas matrimoniales de un grupo de parejas.

Es así que el pasado domingo 14 de enero tuvo lugar esta celebración en la iglesia de Caná. Para sacerdote franciscano Dobromir Jasztal, Vicario de la Custodia de Tierra Santa -quien fue entrevistado por el ‘Christian Media Center’ de la Custodia de Tierra Santa- con esta fiesta «celebramos el inicio de los milagros», ya que «había llegado la hora de Jesús y comenzaba su ministerio».

«Con este milagro, con este ministerio, comienza a actuar en la vida del hombre, sobre todo comienza a cambiar el corazón del hombre. Por ello la importancia de la fiesta está en la acogida de este mensaje», añade.

Momento en el que las parejas de esposos renuevan sus promesas matrimoniales en la parroquia de Caná en Galilea / Foto: Christian Media Center.

Una conmemoración que cada año evoca el inicio de la revelación y de la divinidad de Jesús, quien se hizo hombre para cumplir con el proyecto de Salvación. Un mensaje que explica la hermana Hiam, religiosa de las Franciscanas de Egipto y Nazaret, quien también fue entrevistada por el ‘Christian Media Center’: «El mensaje de esta fiesta, para mí, como religiosa, es ser el vino nuevo para la gente con la que trabajo, y en la misión que el Señor me confía. Recuerdo también especialmente rezar por las familias».

Y es que las familias son eje central de esta celebración, ya que el primer milagro de Jesús ocurrió durante la celebración de una boda, razón por la cual todos los años la fiesta de las Bodas de Caná es también ocasión para que los esposos renueven sus promesas matrimoniales.

«Nos casamos hace cuatro años y cada año renovamos las promesas matrimoniales aquí. Es una tradición para mucha gente, también mis padres lo han hecho muchos años. Hemos renovado nuestra fe con la Sagrada Familia y recibido la bendición sobre nuestro matrimonio y nuestros hijos para ser una familia verdaderamente cristiana según la enseñanza de la Santa Iglesia y de Jesús, nuestro Señor», testimonió Aissam Bilal de Caná al medio de comunicación de la Custodia de Tierra Santa.

Fachada exterior de la iglesia de Caná, Galilea / Foto: CC.

Caná de Galilea cuenta con un promedio de 18 mil habitantes y está situada a pocos kilómetros de Nazaret. Es un lugar relevante para la cristiandad, ya que la historia lo vincula con el primer milagro realizado por Jesús a petición de su madre, María.

Alrededor de 145 familias son las que conforman la comunidad católica local, cuya participación es vital en la pequeña, pero significativa, parroquia y santuario de Caná, que tiene gran importancia histórica.

Hoy el templo es uno de los santos lugares custodiados por los franciscanos en Tierra Santa. Testimonios hablan que los cristianos de Caná edificaron allí un santuario en memoria del primer milagro de Jesús. Tiempo después se construyó una sinagoga en el lugar, que luego fue destruida. En el año 1641 los franciscanos logran rescatar el lugar iniciando un proceso de adquisición de las tierras que se completó en 1879, iniciando la construcción de la pequeña iglesia, que con los años se fue agrandando.

Con información del ‘Christian Media Center’ – Custodia de Tierra Santa.