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Bogotá (Jueves, 18-01-2018, Gaudium Press) El 2018 será un año de grandes desafíos para la Vida Consagrada en Colombia, así lo aseguró el Padre Manuel Hernando Vega, Director del Departamento de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en entrevista con el Departamento de Comunicaciones del organismo eclesial.
El sacerdote dijo que la Iglesia en el país latinoamericano se enfrenta a una crisis vocacional que se hace visible en las comunidades religiosas con mayor tradición. «Uno encuentra cosas muy particulares. Por ejemplo estas comunidades históricas, de gran tradición en el país, hay muy poquitas vocaciones, y algunas comunidades nacientes con una espiritualidad radical, de una auténtica vida cristiana, de una insistencia permanente en la conversión (…) son comunidades que van teniendo muchas vocaciones», señaló.
Complementó que entre los jóvenes está llamando mucho la atención esa radicalidad en el seguimiento a Jesús, y que, por lo contrario, comunidades que por tradición han estado presentes, se ven en este momento disminuidas en el tema vocacional.
«Tengo conocimiento de comunidades femeninas, sobre todo, que hace más de 6 años no tiene ni una vocación. Es un tema grandísimo de reflexión. Cómo suscitar esa experiencia», alertó el Padre Vega.
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| La alegría puede ser el secreto para animar las vocaciones, dice Padre Manuel Hernando Vega / Foto: Cathopic. |
En este sentido el sacerdote exteriorizó una meditación: «Hace poco, escuchando a algunos religiosos en un equipo intercongregacional, hacían esta reflexión: hemos venido de una gran tradición de familia en Colombia, de familias numerosas, familias donde se tenían más de cuatro hijos, y generalmente de esas familias surgían vocaciones. Un hijo se dedicaba a la vida consagrada o a la vida sacerdotal. Hoy día tenemos menos familia. Y son familias con números muy pequeños, donde hay un solo hijo, o máximo dos hijos, donde el tema vocacional hacia este estilo de vida pareciera no ser llamativo».
Aseguró que éste es uno de los desafíos a los que este año se enfrenta la Vida Consagrada: «¿Cómo hacer llamativa esta opción y este estilo de vida?».
Para él, el secreto puede estar en la alegría a la que tanto llama el Papa Francisco: «Ese tendría que ser una de las maneras como llamemos a muchos jóvenes para esta tarea», planteó.
El Padre Vega también adelantó que para el 2018 se quiere trabajar «con todo empeño», en el documento ‘Iuvenescit Ecclesia’ -La Iglesia rejuvenece-, de la Congregación de la Doctrina de la Fe. «Este documento ha hecho que la Iglesia, los señores obispos, reflexionen y ayuden a comprender tanto a los responsables de la Vida Consagrada, como a los mismos consagrados, que los carismas que da el Espíritu Santo no se contraponen ni se oponen a los carismas jerárquicos de la Iglesia».
Dice que en este aspecto se tendrán muchas luces: «Cómo se complementa el carisma del consagrado en la vida de la diócesis, en la relación con el Obispo diocesano, en la relación con los sacerdotes, con los párrocos (…)», manifestó.
Igualmente habló de la importancia de generar un acompañamiento para la Vida Consagrada y ver «cómo el consagrado, viviendo en comunidad, tiene que cuidar su vocación».
Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia.
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