Las siete claves del éxito vocacional de Diócesis de Lincoln, EEUU

Lincoln (Lunes, 22-01-2018, Gaudium Press) En una entrevista concedida a The Catholic World Report, el Obispo de Lincoln, Estados Unidos, Mons. James Conley, expuso las causas del éxito vocacional de su Diócesis, donde con sólo 96 mil creyentes se registraron 17 ordenaciones sacerdotales en los últimos dos años, cifra similar a la de la Arquidiócesis de Los Ángeles de cuatro millones de fieles.

Ordenaciones sacerdotales en la Diócesis de Lincoln. Foto: Diócesis de Lincoln.

Sintetizando las respuestas de Mons. Conley, el informativo Religión en Libertad identificó siete características de la Diócesis que podrían ofrecer una respuesta a las preguntas sobre el éxito vocacional. La primera de ellas es para el prelado la continuidad de una buena labor de sus predecesores. «Es resultado de un liderazgo que yo he heredado. No me lo atribuyo, sólo quiero no estropearlo», declaró el prelado. «He sido el beneficiario del gran liderazgo de dos grandes Obispos (…)», a quienes describió como «muy claros en su enseñanza y muy fieles al Magisterio y al patrimonio de la Iglesia en lo que concierne a la doctrina y también a la Liturgia». El Obispo destacó que en su Diócesis no se registraron abusos litúrgicos ni desviación en las enseñanzas en parroquias y escuelas católicas.

El segundo aspecto del éxito es un clero joven, producto de la abundancia de vocaciones, «Tenemos 146 sacerdotes activos en la Diócesis y la media de edad es de 41 años. Es decir, veinte años menos que yo. Soy el viejo de la Diócesis», celebró el Obispo. «Y cuando tienes todos esos sacerdotes jóvenes en las parroquias, en los colegios y en la universidad, la gente joven ve ejemplos de vida religiosa». Lincoln pudo conservar la edad promedio de los sacerdotes que se registraba en Estados Unidos en 1970.

Además de los ejemplos de sacerdotes jóvenes, los fieles de Lincoln recibieron una ayuda adicional: el buen testimonio de las religiosas. Mons. Glennon Flavin, quien presidió la Diócesis desde 1967, acompañó el nacimiento de las Hermanas Escolares de Cristo Rey, a quien Mons. Conley elevó al nivel de derecho diocesano. «Tenemos 37 religiosas que llevan hábito enseñando en nuestros colegios, y 48 sacerdotes que son directores o profesores. Esa educación católica ha tenido mucho que ver en el éxito de la Diócesis de Lincoln», reportó el Obispo.

Una cuarta característica de la Diócesis es la importancia concedida a la belleza de la Liturgia. «Que la gente sienta que cuando vienen a misa están en contacto con la Trascendencia», expresó Mons. Conley. «Se supone que la Sagrada Liturgia nos pone en contacto con el Dios trascendente. Se supone que experimentamos algo santo. Eso es el Santo Sacrificio de la Misa. Por eso dijo el Señor: ‘Haced esto en memoria mía’. Y la belleza de esa experiencia, la belleza de la música, la belleza del culto y la reverencia y la piedad elevan a la gente respecto al día a día, de la mundanidad en la que viven, de muchos sufrimientos y privaciones».

Unido a la promoción de la Liturgia, la Diócesis promueve la Adoración Eucarística «en tantas parroquias como sea posible». «Cuando venimos ante nuestro Señor y su rostro eucarístico (el sacramento de la divina amistad, como a veces es llamado), el corazón de Nuestro Señor habla a nuestros corazones. Necesitamos esos momentos», expuso el prelado. La Adoración Eucarística no sólo ayuda a las vocaciones sino que sostiene y sana a los fieles y afianza a los matrimonios.

Finalmente, el Obispo explicó dos iniciativas adicionales: la introducción de la Misa Ad Orientem en la Catedral y la celebración de Eucaristías según la forma extraordinaria en latín. Ambas expresiones litúrgicas son opcionales para los sacerdotes y fueron introducidas por el Obispo como un ejemplo. Para el prelado, la celebración Ad Orientem como fue sugerida por el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Card. Robert Sarah, (tres quintos de la liturgia de cara al pueblo y dos quintos de cara al altar) le permite una mayor concentración en los misterios de la Eucaristía, mientras que las celebraciones según la forma extraordinaria han sido descritas al Obispo por los fieles como «una gran experiencia de los trascendente y lo sagrado».

Con información de Religión en Libertad.