Ciudad del Vaticano (Lunes, 05-02-2018, Gaudium Press) Ayer en el Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, el Papa habló de la acción liberadora de Jesús a una humanidad que sufre.
Se basó el Pontífice en la lectura evangélica de ayer, que hace un sublime y suscinto recuento de los milagros operados por el Señor en Galilea, donde también estuvo predicando en las sinagogas y expulsando demonios.
Los milagros realizados por el Señor eran una invitación a la fe y a colocarse al servicio de Dios y de los demás, dijo el Papa. Hay una directa «relación entre la actividad taumatúrgica de Jesús y el despertar de la fe en las personas que encuentra».
A una humanidad sufriente por varias causas, el Señor dirige su «acción poderosa, liberadora y renovadora». Una acción que tiene como fundamento la vida espiritual, pues después de actuar Jesús se retira a un lugar apartado a rezar.
Jesús iba hacia las personas, Él las buscaba.
El Pontífice concluyó su meditación pidiendo a la Virgen María que nos ayude a «estar abiertos a la voz del Espíritu Santo, que impulsa a la Iglesia a poner cada vez más su propia tienda en medio de la gente para llevar a todos la palabra sanadora de Jesús, médico de las almas y de los cuerpos».
Con información de Vatican News
Deje su Comentario