Roma (Martes, 06-02-2018, Gaudium Press) El Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, Arzobispo Rino Fisichella, expuso la importancia de la belleza como camino de evangelización con motivo de la exhibición «Via Pulchritudinis» realizada en los pabellones de la nueva feria de Roma del 03 al 06 de febrero.
Foto:Via Pulchritudinis. |
Para el prelado, la belleza del arte sacro es un recurso disponible para la Iglesia incluso en momentos de crisis. «La belleza crece, la belleza se combina también con la riqueza que cada persona trae consigo», indicó a Zenit Mons. Fisichella, quien indicó que la intención de la Iglesia es invitar a un proceso conjunto. «Se trata de expresar la belleza de acuerdo al espíritu de nuestro tiempo de parte de los artistas y músicos y, de todos los que son productores de belleza en la Iglesia, dar a aquellos que vienen a nosotros un sentido de cómo recibimos y vivimos la belleza».
Los cuatro días de la exhibición fueron empleados para organizar reuniones y eventos sobre la fe y la belleza, además de una feria con dos pabellones dedicados a las empresas que proveen artículos litúrgicos y de arte sacro. Imágenes religiosas, ornamentos, vasos sagrados y diversos productos para el culto divino fueron puestos a la disposición del clero participante, mientras que temas como la música sacra, el mobiliario litúrgico y la importancia de la escultura, el mosaico y los vitrales fueron abordados en diversas conferencias.
La exposición contó con la presencia de reconocidos expertos como el Maestro de la Capilla Sixtina, Arzobispo Massimo Palombella, el Subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Mons. Corrado Maggioni y el artista especializado en mosaicos Ivan Rupnik. En unión con la exposición, la Capilla Sixtina organizó un concierto de su Coro el sábado 03 de febrero.
Una de las características destacadas de la exposición fue la adecuación de un pequeño museo temporal que exhibió la estatua del Buen Pastor del siglo III, dibujos elaborados por Bernini, ornamentos y tiaras pertenecientes a San Juan Pablo II y el Beato Pablo VI. De igual manera se exhibieron martillos empleados en los ritos de apertura de las Puertas Santas.
Con información de Zenit.
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