Manchester, Reino Unido (Lunes, 12-02-2018, Gaudium Press) Un importante abogado Católico expresó su preocupación, debido a que los gobiernos locales están considerando zonas de exclusión en torno a las clínicas de aborto, sin que exista una evidencia de que las mujeres embarazadas son acosadas.
Neil Addison, es el Director del Centro Legal Thomas More que es un centro de derecho sin fines de lucro de orientación conservadora cristiana. Dicho centro está ubicado en Ann Arbor, Michigan y está activo en diferentes partes de Estados Unidos, además Addison es autor de dos libros sobre la ley de acoso en los Estados Unidos; dijo que Marie Stopes International, una organización internacional no gubernamental ,no probó que los consejeros de los pavimentos pro-vida intimidaran a sus clientes.
Fotografía: dimasik – Sitio web: cathopic.com
En una comunicación escrita el siete de febrero al Consejo de Ealing y obtenida por Catholic News Service, Neil Addison dijo que no había evidencia de comportamiento antisocial por los miembros de la Red Asesor Bueno, un grupo mayoritariamente católico que reza fuera de la clínica y ofrece folletos a las mujeres que entran: «Si ha habido acoso en la clínica, me pregunto por qué Marie Stopes no ha intentado solicitar medidas cautelares en virtud de la Ley de protección contra el acoso», escribió Addison. «También me pregunto por qué la policía no lleva a enjuiciamientos en virtud de la Ley de acoso o la Ley de orden público si el acoso se lleva a cabo», Estas declaraciones fueron recogidas por Cruxnow.
Por otra parte y teniendo en cuenta las crecientes propuestas del concejo, los periodistas han buscado mujeres que hayan sido víctimas de acoso para contar su terrible experiencia. La British Broadcasting Corporation encontró una persona que afirmó haber sido llamada «asesina». Una mujer no quiso que su identidad fuera revelada, le contó a Catholic News Service que sufrió presión por parte de su novio y su familia en una clínica de aborto, pero que decidió no continuar con el procedimiento.
Ella escapó de su familia y del centro médico escalando una valla perimetral de 8 pies con la ayuda de un trabajador y recurrió a los consejeros, quienes la colocaron bajo el cuidado de un médico. Ella es madre de una niña de 3 años. Además dijo lo siguiente: «Cuando fui al aborto, realmente no quería ver a los consejeros de pavimentos, porque pensé que me gritarían insultos y me dirían que me iba a ir al infierno, y me sentí lo suficientemente culpable como para ir allí» y asimismo añadió: «De hecho, no había nada de eso, Eran simplemente solidarios y empatizados con las situaciones de las mujeres», en declaraciones recogidas por Cruxnow.
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