Ciudad del Vaticano (Jueves, 15-02-2018, Gaudium Press) La Arquidiócesis de Brisbane anunció en un comunicado el día 07 de febrero la excomunión de uno de sus sacerdotes, por haber roto el secreto de confesión en hecho ocurrido en el año 2016. El presbítero incurrió en una excomunión ‘Latae Sententiae’, la cual se genera inmediatamente en el acto mismo y no en una condenación de la autoridad eclesiástica, y fue hecha pública después de que la Santa Sede investigó la ofensa y ratificó el parecer del Obispo local, Mons. Mark Coleridge.
«En 2016, la Arquidiócesis recibió una serie de quejas sobre el Padre Ezinwanne Igbo. En una de esas quejas, se alega que cometió un delito canónico, que resultó en la excomunión automática», informó la Arquidiócesis en el comunicado oficial. «La Santa Sede autorizó un proceso de investigación y lo llevaron a cabo abogados canónicos. El proceso confirmó la acusación por unanimidad. El Arzobispo luego se sometió a juicio en la Santa Sede, que posteriormente solicitó que la excomunión se tornase pública».
La Arquidiócesis aclaró que de acuerdo con la situación del sacerdote, este no puede participar ministerialmente de la Eucaristía de manera alguna ni en otro culto público, no puede celebrar ni recibir sacramentos, ni ejercer ningún ministerio en la Iglesia. «La excomunión permanecerá en vigencia hasta que el Padre Ezinwanne busque y obtenga la remisión por parte del Papa, que es el único que puede otorgarla».
El caso, que corresponde a la disciplina de la Iglesia y no tiene relación con la ley civil, resulta significativo para ratificar la posición de la Iglesia sobre el secreto de confesión en momentos en que se colocó en el centro del debate nacional. Una polémica propuesta civil, rechazada por la Iglesia, buscaba la suspensión del deber de los sacerdotes de mantener el secreto de confesión en casos de denuncia de abusos. El Arzobispo de Brisbane convocó a los fieles para tres días de ayuno especial en reparación a las víctimas de abuso por parte de miembros de la Iglesia del 14 al 16 de febrero. Los Obispos del país apoyaron la iniciativa, describiéndola como «una respuesta auténticamente católica». (EPC)
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