Fátima – Portugal (Miércoles, 21-02-2018, Gaudium Press) Con la presencia del padre Miguel Alves, de la Diócesis de Setúbal, en Portugal, se realizó el último fin de semana el retiro anual del Movimiento del Apostolado del Mar, en el Seminario del Verbo Divino, en Fátima.
En declaraciones, el Padre Miguel habló de la vida «muy adolorida» de quien vive del mar, subrayando que muchos de ellos buscan en la Iglesia «un amparo» y que la Iglesia Católica tiene que acompañar a quien trabaja en este sector y valorizar su «fe profunda»:
«Es importante que la Iglesia diga a las personas que está con ellas, en su contexto social, profesional», en sus «alegrías y sus dolores», destacó el sacerdote.
Para el asistente nacional del Movimiento del Apostolado del Mar este retiro es «una manera de las personas poder parar, meditar, dar un tiempo a Dios», concluye.
Antes de concluir, el Padre Miguel se mostró impresionado con esa «gente de una fe profunda, enraizada hasta los huesos», que lidia con la «grandeza de la naturaleza» y la «dureza de la vida».
Hombres del mar, hombres de fe
La iniciativa es orientada por el padre Rui Gouveia, rector del Seminario de San Pablo en Almada; la celebración de domingo fue presidida por Mons. António Vitalino, obispo emérito de Beja y miembro de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social y Movilidad Humana.
Armando Jorge de Oliveira, miembro del ‘Stella Maris’ de Setúbal, es desde 2017 director del Movimiento del Apostolado del Mar y alerta para la necesidad de «renovación» de la presencia católica en el sector, partiendo de la celebración de las varias fiestas.
El trabajo inicial ha sido «sensibilizar» a los párrocos de las varias «playas» para que no se pierda la riqueza de este movimiento, pues, «Sabemos que los hombres del mar son hombres de fe», insiste.
El Movimiento del Apostolado del Mar es un organismo internacional católico que acompaña a los profesionales ligados a la actividad marítima. (JSG)
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