lunes, 25 de noviembre de 2024
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Un Año Mariano para la Diócesis de San Francisco, Argentina

San Francisco (Jueves, 22-02-2018, Gaudium Press) Con ocasión del Año Mariano de la Diócesis de San Francisco, Argentina -que tiene lugar este 2018 por los 300 años de la primera noticia documentada de la presencia de Nuestra Señora Inmaculada, la «Virgencita», que custodia el Santuario de Villa Concepción del Tío-, Mons. Sergio Osvaldo Buenaventura, Obispo de esta jurisdicción eclesial, ha dirigido una carta pastoral en la que recuerda que María sigue acompañando el camino de sus hijos. «Bajo tu mirada, Madre, seguimos caminando» es el tema del Año Mariano.

«María no deja de recorrer los caminos de nuestra vida para acercarse a nosotros con su sonrisa, su fe, su canto de alabanza y, sobre todo, con el Niño que lleva en sus entrañas. Y, como a Isabel y a Juan, el corazón nos salta de alegría: ‘¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme?'», dice el prelado.

También se refiere a la presencia mariana en la diócesis con el Santuario de Villa Concepción del Tío: «Traigamos a la memoria las veces que lo hemos visitado, en la Peregrinación Juvenil, por ejemplo. Desde hace trescientos años nos acompaña su bendita imagen. El presente Año Mariano Diocesano expresa nuestra gratitud por su presencia materna».

Y reflexiona: «¡Cuántas veces hemos visitado su Santuario! Pero, ¿no hemos experimentado que es Ella la que, en realidad, se ha acercado a nosotros? (…) el Santuario hace visible un encuentro de gracia: rostros que se miran, corazones que se abren, plegarias que, del corazón, suben a los labios y se depositan entre las manos entreabiertas de María».

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«María no deja de recorrer los caminos de nuestra vida para acercarse a nosotros con su sonrisa»: Mons. Sergio Osvaldo Buenaventura / Foto: Obispado de San Francisco.

El Obispo de San Francisco dice que cuando se realiza una peregrinación al santuario o, sencillamente, se ora con el Santo Rosario, «hacemos una experiencia muy concreta de la presencia de María en nuestra vida (…) la sentimos junto a nosotros, tomándonos de la mano para transitar el camino del discipulado».

«Sin María, el Evangelio se desencarna, se desfigura y se transforma en ideología, en racionalismo espiritualista», agrega Mons. Buenaventura citando el Documento de Puebla.

En este sentido, el prelado hace un llamado a los fieles de su diócesis para que durante el Año Mariano miren «la propia experiencia personal y comunitaria de la presencia de María», invitando a preguntar: «¿Quién nos enseñó a invocarla? ¿La sentimos con nosotros? ¿En qué ocasiones hemos experimentado su presencia? ¿Quizás no hemos desarrollado todavía la dimensión mariana de nuestra vida cristiana?».

Concluyendo la carta pastoral, el Obispo de San Francisco hace referencia al lema del año dedicado a María, señalando que su mirada «nos alcanza cada vez que peregrinamos a su santuario», y que en la mirada de la Virgen, «nosotros percibimos la mirada vivificante de Cristo resucitado. Los ojos de María nos alcanzan la mirada de Dios que ama la vida».

«En esa mirada encontramos descanso para nuestra vida, pero también nos anima a seguir transitando los caminos de la fe, la misión y el servicio», puntualiza.

Tres son los objetivos que se buscan con el Año Mariano Diocesano, según se propone en el Plan Pastoral del Obispado de San Francisco: «Animar la celebración del Año Mariano presentando la figura de María como modelo del camino discipular y misionero del cristiano y de la Iglesia diocesana; celebrar los 300 años de la presencia histórica de la devoción a la Virgencita para fortalecer los calores de la religiosidad popular presentes en nuestro pueblo; y promover, en toda la diócesis y en cada comunidad, la dimensión mariana de la espiritualidad cristiana, acentuado sus rasgos bíblicos, la oración del Rosario y el acto de entrega confiada -consagración- a María».

Con información de AICA.

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