Posible milagro eucarístico en Italia: Hostias consagradas halladas intactas tras 16 meses entre escombros de terremoto

Roma (Viernes, 23-02-2018, Gaudium Press) La parroquia de Arquata del Tronto, Italia, uno de los templos destruidos por el terremoto del 30 de octubre de 2016, es la sede del que podría ser un milagro eucarístico: 16 meses después del desastre, las Hostias consagradas fueron halladas intactas al rescatarse finalmente el Sagrario del lugar donde se almacenaron los escombros.

Las hostias, perfectamente conservadas durante 16 meses. Foto: Avvenire.

Un sacerdote local indicó que el Sagrario fue devuelto a la Diócesis junto con otros elementos rescatados del terremoto y que el copón que contenía las Sagradas Formas estaba caído pero no se había abierto. Al abrirlo se encontraron 40 Hostias que conservaban todas las características de color, forma y olor de las hostias frescas a pesar de haber pasado más de un año. «Parecían haber sido hechas ayer», expresó el presbítero a Avvenire, y calificó el hecho como «milagroso».

Por parte, el Obispo de Ascoli Piceno, Mons. Giovanni D’Ercole, se abstuvo de reconocer un carácter sobrenatural en los hechos, indicando que «la fe requiere prudencia», pero sin embargo dijo que una noticia de este tipo no necesita palabras. «Es un signo de esperanza para todos. Confrontado a un hecho como este, uno tiene que permanecer callado. Esto simplemente toca y fortalece la fe en Jesús, quien permanece vivo para consolar a la población de Arquata, golpeada por el terremoto».

«Para mí es un milagro», comentó a la prensa el P. Angelo Ciancotti, sacerdote que estaba presente cuando se hallaron las Hostias, quien desestimó la importancia de las eventuales reacciones de los incrédulos. «Eso nunca ha sido un obstáculo. El Señor ha hecho todo Él mismo». El P. Ciancotti se dio a la tarea de ubicar los lugares donde se habían almacenado objetos recuperados de los escombros de templos destruidos y fue él quien solicitó la devolución del Sagrario, llevado a la Catedral de Ascoli.

El sacerdote consiguió abrirlo con una llave de escritorio y constató la calidad de las Hostias al sacarlas del copón. Siendo él mismo un poco excéptico, contactó a las religiosas del convento de Sant’Onofrio que confeccionaron las hostias para indagar si empleaban conservantes. Las religiosas le informaron que sólo utilizaron agua y harina convencional. «Soy un primo de (el Apóstol) Santo Tomás», bromeó. «Así que llamé a otros para que fueran testigos».

Con información de National Catholic Register.