Barcelona (Viernes, 23-02-2018, Gaudium Press) El sacerdote franciscano P. Josep Maria Massana, quien sirve en el Santuario de San Antonio de Padua en Barcelona, España, comparó su actual ministerio con las características de sus misiones en Burundi, Malawi y Kenia. En diálogo con Aleteia, el misionero destacó la mayor frecuencia con la cual los fieles en esos países acudían al Sacramento de la Penitencia.
Los fieles pueden llegar a complicarse demasiado a la hora de recurrir a la Misericordia de Dios y desaprovechar la gracia del Sacramento. Foto: Sebastián Cadavid / Gaudium Press. |
Una de las razones propuestas por el presbítero para justificar esta diferencia es de tipo cultural. «Los africanos son bastante directos, tienen mentes claras y pensamientos simples y sinceros», expuso. En contraste, las personas en Europa tienen una posición distinta frente a la Confesión. «Las personas parecen temer, quizás inconscientemente, mirarse a sí mismas. La confesión es como un espejo; nos enfrentamos a él para ver quiénes somos y cómo estamos».
Como una ayuda para superar esta barrera, el P. Massana recordó que la Confesión no se hace ante el sacerdote sino ante Dios, a quien el sacerdote representa y a través de quien Dios mismo perdona. «En la confesión, Él nos ve tal como somos, derrocha todo su amor, su ternura y su misericordia. De eso se trata el sacramento de la Penitencia», indicó el religioso. «En este sacramento, Dios te habla. Es casi como si Él te dijera: ‘ven tal como eres, no me importa; te quiero. Siempre te he amado'».
Otra de las razones que llevan a los fieles africanos a la confesión parecería contradictoria: no siempre hay sacerdotes disponibles para celebrar el sacramento. El anuncio de la presencia de un sacerdote para confesar motiva a los fieles a apartar un tiempo y programar su asistencia con anticipación de forma que luego puedan participar en la Eucaristía y recibir la Sagrada Comunión. Además, las celebraciones comunitarias penitenciales son oportunidades para tocar los corazones y las conciencias de los fieles alejados.
Finalmente, el presbítero destacó la sinceridad de los fieles africanos para confesar con toda claridad sus pecados y decir las cosas como son. «Los africanos son más simples. Son cristianos, y ese es el final de la discusión», indicó el P. Massana. «No tienen necesidad de un razonamiento complicado y complejo con respecto a ser cristianos. Para ellos, es un hecho simple, natural y directo. (…) Lo comparo con el hambre. Si ofreces comida a alguien que tiene hambre, esa persona comerá cómodamente, pero si tratas de alimentar a alguien que realmente no quiere comer, o que no sabe lo que está ansiando (que es nuestro caso), entonces todo será mucho más difícil. ¡Lo mismo aplica para la nutrición espiritual!».
Con información de Aleteia.
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